Entre las múltiples consecuencias económicas que ha generado la pandemia de coronavirus, en Argentina ocurrió en marzo un hecho inédito: el aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno determinó el cierre anticipado del mercado automotor, 10 días antes de la finalización del mes.

Como muchos de los trámites son presenciales y todavía “en papel”, el cese de actividad de los registros de propiedad automotor hizo que sólo se anotaran patentamientos hasta el 19 de marzo. Así, el mercado sufrió un desplome superior al 60 por ciento.

Después de haber recibido este nuevo golpe, las concesionarias están trabajando a distancia para poder iniciar ventas de manera on line, que se formalizarán una vez que reabran los registros.

Para ello, en conjunto con las terminales, en el arranque de abril están aplicando una estrategia comercial agresiva: mantener los precios de marzo y profundizar las bonificaciones.

“En varios productos, mantenemos el precio del mes anterior, lo que de por sí ya constituye una buena bonificación. Y en paralelo, en aquellas unidades en las que tenemos más stock acumulado, ofrecemos un cupo de bonificaciones bien fuerte. Van desde 250 mil a 350 mil pesos, dependiendo del modelo y de la marca”, señaló Lucas Barrera, gerente de marketing de Mundo Maipú.

En la misma sintonía, Gregorio Tagle, de Autocity, sostuvo que la mayoría de las marcas “mantuvieron los precios de marzo y agregaron algunas bonificaciones, además de que están ofreciendo financiamiento a tasa cero”.

“La idea es mover un mercado totalmente paralizado”, agregó.

Sebastián Parra, director de Parra Automotores, también confirmó que “las bonificaciones se profundizaron en abril”. “Son de entre 200 mil y 400 mil pesos. Esto permite fijar precios a hoy. Es buen momento para hacer negocio con un auto, sobre todo para el que tiene dólares, que se devaluó un poco”, expresó Parra.

Desde el Grupo Avec, Felipe Seia mencionó que hay beneficios para compras on line y en planes de ahorro. “Las suscripciones son sin datos de ingreso y hay vouchers que se aplican sobre el total del producto con bonificaciones de hasta 50 mil pesos. Antes de la cuarentena, eso no estaba”, aseguró.

Según Seia, hoy la actividad en la empresa pasa por intentar avanzar en operaciones y en hacer gestiones que eviten un cuello de botella cuando el mercado se reabra.

“No nos enfocamos sólo en la venta, sino también en lo que es asesoramiento y servicios. Por ejemplo, qué hacer con el auto, cómo controlar la batería o arrancarlo un par de veces a la semana. Además de organizar los turnos en el taller para más adelante”, indicó. En este sentido, indicó que las consultas al canal de WhatsApp crecieron un 30 por ciento. Barrera sostuvo también que el tráfico en la web de Maipú se incrementó y que el objetivo en estos días es generar leads de negociación para avanzar en operaciones luego de que se levante la cuarentena. Los clientes, por ejemplo, pueden hacer una seña con un botón de pago on line y asegurarse el precio vigente.

Parra, por su parte, comentó que están registrando algunas ventas web, pero en un volumen “insignificante para la estructura que tenemos como empresa”.

Concesionarias, en emergencia

Mientras intentan mantenerse en actividad a través del mercado virtual, el foco de las concesionarias es el mismo que el de la mayoría de las empresas argentinas: armar ingenierías financieras para poder cubrir todas sus obligaciones.

Según Sebastián Parra, a través de diversos mecanismos en la empresa lograron hacerse del dinero para poder cubrir el pago de los sueldos de marzo.

Pero para dentro de un mes, cuando haya que cancelar los de abril, ya avizoran un panorama muy difícil.

“Si bien se están lanzando medidas de apoyo, hoy tenemos una caja cero y con estructuras muy grandes. Se cortó la cadena de pagos. Si esto sigue así, estamos preocupados, necesitamos un plan de emergencia”, expresó.

Un tema para tener en cuenta, en este contexto, es que antes de la llegada de la pandemia, el mercado automotor ya mostraba números muy malos, con los niveles de patentamiento más bajos en 16 años.

En este marco, una posible reactivación después de la cuarentena no sería inmediata, lo que ha llevado a que algunas terminales estén proyectando un mercado para el presente año de apenas 200 mil autos. Esta cifra superaría los 150 mil de 2003, un período en que Argentina recién estaba saliendo de la debacle económica posconvertibilidad.

Vacíos. Así están los salones de las concesionarias hoy, producto del aislamiento sanitario. (La Voz / Archivo)