Tras sus pobres resultados en el supermartes, la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren decidió abandonar las primarias demócratas sin dar su apoyo ni al legislador Bernie Sanders ni al exvicepresidente Joe Biden, grandes favoritos para enfrentar a Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.

“Nuestro trabajo continúa, la lucha continúa, y los grandes sueños nunca mueren. Desde el fondo de mi corazón, gracias”, anunció Warren en Twitter, sin adelantar si respaldará a algún precandidato.

Si bien la política progresista fue una de las protagonistas de la contienda demócrata, sus resultados en las internas no fueron los esperados.

Se estrenó con un tercer puesto en el caucus de Iowa, pasó a quedar cuarta en New Hampshire y en Nevada y bajó a la quinta posición en las primarias de Carolina del Sur.

Aunque logró mejorar su actuación en el decisivo supermartes –con votaciones en 14 estados– y terminar tercera con 36 delegados, quedó muy lejos de los obtenidos por Sanders (441) y por Biden (512) en esa jornada.

Incluso en su propio estado, Massachusetts, quedó por detrás de estos dos precandidatos, con un 20% de los votos.

La salida de Warren reduce a mínimas las posibilidades de que una mujer enfrente a Trump en noviembre, ya que la única precandidata restante, la congresista Tulsi Gabbard, apenas consiguió un delegado desde el inicio de las internas.

En los últimos años, su trabajo como senadora la ha destacado como una de las voces más críticas de la política estadounidense y es considerada una de las mayores defensoras de las causas sociales en el país.

Unos de sus principales caballos de batalla es acabar con la corrupción en Washington.

Warren es la segunda precandidata en abandonar la carrera presidencial demócrata, tras la salida ayer del exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, quien dio su apoyo a Biden.

Algo que también hicieron antes de esa megajornada electoral el exalcalde de South Bend Pete Buttigieg y la senadora por Minnesota Amy Klobuchar.

Adiós a la diversidad

El abandono de Warren acaba con la promesa de los demócratas de ser el partido de la diversidad y devuelve las opciones a la tradición: Sanders y Biden, dos hombres blancos de avanzada edad.

Por si fuera poco, el rival por batir, el actual presidente, Trump, también tiene el mismo perfil.

Al inicio de las primarias, los demócratas contaban casi con una veintena de aspirantes: un heterogéneo grupo en el que figuraban asiáticos (Andrew Yang), afroamericanos (Cory Booker), latinos (Julián Castro) y varias mujeres (Kamala Harris y Amy Klobuchar, entre otras); la mayoría, menores de 60 años.

Sin embargo, poco a poco el halo de diversidad y amplitud generacional fue desvaneciéndose y Warren quedó varada en el terreno intermedio entre la “revolución” izquierdista de Sanders y el pragmatismo centrista de Biden.

Warren, de 70 años, había irrumpido en la batalla demócrata como una de las favoritas gracias a un articulado y detallado discurso progresista en contra de las grandes corporaciones financieras, su didáctica capacidad oratoria y una potente historia personal, que la llevó desde unos orígenes humildes en Oklahoma hasta dar clase en la Universidad de Harvard.

“No hemos alcanzado nuestro objetivo, pero lo que hemos hecho juntos (…) ha provocado una diferencia duradera. No es la escala de la diferencia que queríamos, pero importa, y los cambios tendrán efectos en los próximos años”, afirmó en un discurso a su equipo tras anunciar su abandono.

“Me dijeron cuando por primera vez me lancé a esto que sólo había dos caminos (el progresista y el moderado) y yo creía que habría más espacio. Evidentemente, estaba equivocada”, agregó.

Biden lidera por el momento el conteo de delegados con 596 frente a los 531 del Sanders.

La siguiente batalla de los aspirantes demócratas tendrá lugar el próximo 10 de marzo, cuando se celebrarán primarias en seis estados más: Idaho, Michigan, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte y Washington.

Para obtener la nominación final en la convención demócrata de julio de Milwaukee, son necesarios 1.991 delegados.

Tras el fallido intento de 2016, en el que Hillary Clinton perdió la carrera presidencial frente al actual presidente Trump, la sombra de la brecha del sexo ha vuelto a sobrevolar la contienda electoral. Con la salida de Warren, se cierra definitivamente la puerta a esta posibilidad.

La campaña de Trump: Denuncia de Nancy Pelosi

Facebook empezó ayer a eliminar de su red social los anuncios para la campaña de reelección de Donald Trump que dirigen a las personas a un sondeo catalogado como un “censo”, horas después de que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, indicó que la gente lo confundiría con el conteo poblacional que se lleva a cabo cada década.
 
Al seguir el anuncio, las personas eran dirigidas a una web con preguntas sobre afiliaciones

Sin chances. La renuncia de Warren reduce las posibilidades de que una mujer llegue a la Casa Blanca. (AP)