El estratega político republicano Roger Stone, uno de los aliados más próximos al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue condenado a más tres años de cárcel por mentir al Congreso y manipular testigos durante la investigación sobre la injerencia rusa en las presidenciales de 2016.
La jueza Amy Berman Jackson ha subrayado al leer el veredicto contra Stone, sentenciado a 40 meses de cárcel, que el antiguo asesor del presidente ha sido juzgado “por encubrir al presidente”.
“La verdad aún existe, la verdad aún importa. La insistencia de Roger Stone en que no lo hace (…) es una amenaza a nuestras instituciones más fundamentales”, ha agregado, según ha informado la cadena de televisión CNBC.
Sin embargo, la sentencia ha quedado suspendida hasta que haya un fallo sobre la petición de Stone de que se celebre un nuevo juicio debido a una supuesta mala conducta por parte del jurado durante el proceso.
En caso de que se acepte su demanda, la sentencia anunciada por Jackson quedará invalidada.
“Estoy bien”, ha dicho Stone a la salida del juicio, sin hacer más declaraciones a la prensa.
Stone, de 67 años, estaba acusado de “realizar falsos testimonios ante la Comisión Permanente Selecta sobre Inteligencia de la
Cámara de Representantes (HPSCI, por sus siglas en inglés) sobre sus interacciones con la llamada ‘Organización 1′”, el nombre con el que los documentos describen a WikiLeaks, la página de filtraciones fundada por Julian Assange.
La Fiscalía acusó al exasesor de Trump de manipular a testigos tras contactar con la web de filtraciones WikiLeaks en un intento de obtener, durante la campaña electoral, información perjudicial contra la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.
Así, se le acusaba de “intentar persuadir a un testigo para que aportara falsos testimonios, así como retener información pertinente” para la investigación especial de Robert Mueller sobre la posible injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Aunque Stone abandonó la campaña electoral de Trump en agosto de 2015, en la imputación se indica que “mantuvo contacto regular” con la organización Trump a lo largo de toda la elección de 2016.
En verano de ese año, Stone habló con responsables de la campaña de Trump sobre la actividad de WikiLeaks, quienes a su vez volvieron a hablar con el estratega político para preguntarle sobre futuras filtraciones de la web.
Stone también fue asociado de Paul Manafort, quien encabezó la campaña de Trump durante varios meses en 2016.
El mismo Manafort ha sido condenado por varios delitos federales.