El brote de coronavirus que tiene como epicentro a China no sólo provocó inconvenientes en la salud de su población, sino que también afectó el nivel del comercio y de la compra de alimentos por parte del gigante asiático.
Durante varios días, los puertos chinos estuvieron paralizados para el ingreso de mercadería, lo que repercutió en el negocio de sus proveedores.
Los envíos de carne bovina argentina, que durante 2019 tuvieron a China como el principal demandante con más del 70 por ciento del volumen comercializado, se frenaron prácticamente a cero.
La industria frigorífica exportadora trabajó hasta los últimos meses de 2019 con un ritmo de embarques de hasta dos contenedores diarios, que en enero bajó a uno por semana.
De regreso
Sin embargo, algunos proveedores han recibido noticias en las últimas horas de que se reanudarían en forma paulatina las compras.
Las novedades involucran al frigoríficos Qualitá, ubicado en Colonia Caroya, que ya recibió el visto bueno del importador chino para llevar a cabo el primer envío de carne de cerdo: será el 4 de marzo.
“De a poco se están realizando nuevamente pedidos”, explicaron desde el frigorífico cordobés, que espera colocar en una primera etapa entre cuatro y seis contenedores mensuales.
Si bien las operaciones se realizarán con una baja de precios respecto de meses anteriores, desde el frigorífico confían en que la situación se va a normalizar.
En el sector exportador de carne hay expectativas de que durante marzo el comercio con China se abra aún más, si se toman en cuenta las necesidades de alimentos que tiene el mercado del país asiático.
Necesidad
Qualitá había sido habilitado por China en noviembre del año pasado, pero primero la suba de precios internos y luego la aparición del coronavirus postergaron las compras.
Con la reanudación de los envíos, en el sector porcino se pone fin a un intervalo de alrededor de 20 días, en los que estuvieron suspendidos los embarques, según admiten en la industria.
China es el principal productor y consumidor de carne porcina del mundo, pero en el último año ha tenido serias dificultades con la actividad.
Además del brote del coronavirus, el gigante asiático se vio afectado por la aparición de la peste porcina africana, una enfermedad que redujo en más de 30 por ciento su producción doméstica de cerdo.
Debido a este déficit en proteína animal, las autoridades chinas incrementaron durante 2019 de manera notable la compra de carne (bovina y porcina) a nivel mundial.
Esta necesidad de carne convirtió a la Argentina en uno de sus principales proveedores, en especial en corte vacunos.
En noviembre pasado, cuando el servicio sanitario chino habilitó a Qualitá, también lo hizo para otros dos frigoríficos cordobeses –Piamontesa y Vare (carne bovina)– y para una empresa local proveedora de servicios de frío para exportar a ese país, Granja SRL, ubicada en Malvinas Argentinas