El virtual parate económico por la emergencia sanitaria del coronavirus cambió el eje de preocupación de los contribuyentes. Los vencimientos tributarios, tanto los habituales como los extraordinarios, pasaron a un segundo plano y la prioridad hoy es cómo se van a pagar los sueldos de los empleados.
“Más allá del aislamiento total del viernes, tengo clientes comerciantes que no están en los rubros de la emergencia (ligados al entretenimiento, transporte o turismo), pero que no vendieron nada en los últimos días. A nadie se le ocurría comprar ropa en este momento, por ejemplo”, ejemplifica Esteban Fada, de Estudio Fada Contadores Públicos.
Mary Acosta, economista y contadora independiente con varios clientes pequeños coincide y comenta que muchos profesionales, como psicólogos, odontólogos, o kinesiólogos, por ejemplo, no trabajan desde hace días y no facturan. “Para muchas pymes, la moratoria pasó a un segundo plano”, señala y reconoce que sus propios ingresos se verán afectados.
“No todas las empresas pueden trabajar a distancia porque no tienen los sistemas preparados. Sé de algunas que no pueden facturar. Y si no facturan, no cobran ni pueden pagar a sus dependientes”, puntualiza Javier Martínez, del estudio Luis Fadda y Asociados.
Dina Castillo, titular de Estudio Castillo y Asociados acota: “Pymes y cuentapropistas están muy complicados porque si no trabajan no cobran. En las empresas, muchas analizan ir pagando anticipos de sueldo hasta que alcance. Con los impuestos, cada uno va a hacer lo que puede”.
Obligaciones en marcha
“Estoy convencida de que la Afip no va a hacer ninguna prorroga todavía porque necesita recaudación y esperará que las empresas que pueden pagar lo hagan. Después, probablemente haya algún plan especial”, dice Castillo.
La tributarista se refiere a los vencimientos habituales que están en marcha. El viernes 20, venció la cuota mensual del Monotributo y, pese a los rumores durante la semana sobre medidas al respecto, el plazo no se modificó. En los primeros días de abril, les toca el turno a los autónomos, y estos también tienen expectativas.
Además, desde el miércoles 18 y hasta el 26 de este mes está venciendo el ingreso mensual de IVA.
“La gente está preocupada por cómo pagar, de dónde van a sacar la plata. Muchos no tienen problemas hoy, pero están analizando si les conviene guardar el dinero para pagar los sueldos”, cuenta Marcelo Almendros, tributarista de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
En tanto, sigue vigente la amplia moratoria para pymes de hasta 120 cuotas con condonación de intereses hasta el 30 de abril, pero hasta el 31 de marzo las condiciones son más beneficiosas.
El reclamo generalizado es que se prorrogue el plazo de fin de mes porque la mayoría de los contribuyentes no están pensando en esto y el ingreso requiere un desembolso inicial como pago a cuenta que puede complicar en la situación actual.
Un pedido recurrente en los foros de profesionales del sector es que la moratoria se amplíe para empresas más grandes, que también pueden verse complicadas, cortar la cadena de pagos y derramar problemas financieros al resto de las firmas.
Además, que se permitan incorporar deudas más recientes, ya que el régimen sólo permite obligaciones vencidas a noviembre de 2019 y en estos meses los problemas continuaron.
“Se puede entrar en la moratoria debiendo períodos posteriores. Pero si un contribuyente no pagó los últimos meses, difícilmente se va a recuperar después”, razona Fada.
Para Castillo, las empresas que están endeudadas deberían ingresar sí o sí en la moratoria por sus beneficios. “Si no es ahora con 120 cuotas, será en abril con 90; pero es una oportunidad”, asegura.
Obligaciones laborales
Un tema de preocupación generalizada es el del pago de las cargas laborales, que vencen la segunda semana de abril.
El Ministerio de Trabajo sacó una resolución para exceptuar del pago de contribuciones patronales a los sectores más afectados por el primer cierre (antes del aislamiento total desde el viernes 20), como hotelería, turismo, gastronomía, entretenimiento.
También se agregaron las actividades ligadas a la salud. Sin embargo, otros rubros que no cerraban pero que tampoco vendían (como el comercio) no facturaron. Se desconocen precisiones sobre esto y se espera una medida más general luego del parate completo de la actividad no esencial.
“Se está pidiendo alguna medida sobre las contribuciones. Si no hay una reducción o condonación, al menos una extensión de los plazos”, dice Almendros.
Martínez advierte sobre algunas empresas que están pensando en no ingresar al fisco el dinero de las retenciones a las exportaciones.
“Esto es muy serio porque puede generar sanciones muy fuertes”, remarca.
Bienes personales
- El 31 de marzo también vence el plazo para repatriar activos del exterior y evitar la alícuota agravada de
Bienes Personales
. Para los tributaristas es casi seguro que este plazo se prorrogue por motivos operativos y porque habrá poca adhesión.
“El que hoy tiene inversiones afuera, para repatriar las tiene que vender. La mayoría han colapsado en su valor y si venden hoy, reflejan una pérdida muy grande que podría recortar cuando pase el cimbronazo. No es buen momento para vender, menos para repatriar”, considera Fada.