La presión social se expande casi con la fuerza de la pandemia del coronavirus. En un país en crisis sanitaria y económica, todo indica que la clase política y los empleados estatales no quedarán al margen del cimbrón en los ingresos que seguramente sufrirá el sector privado y que, de manera brutal, ya sufren los trabajadores informales.

“Nadie quedará al margen de esta crisis. No tengo dudas de que el ajuste nos llegará de algún modo también a los empleados estatales”, se sinceró uno de los líderes de los gremios estatales provinciales más numerosos.

Mientras varios dirigentes opositores cordobeses proponen que la clase política también haga un esfuerzo, desde los distintos poderes del Estado provincial aún no impulsan ninguna medida en ese sentido.

La pandemia del nuevo coronavirus transformó los hábitos y la vida misma de todos. También embistió contra la economía. Ningún sector quedará al margen de los estragos. Los estados tampoco.

Salvo los docentes (UEPC), el resto de los gremios estatales acordó con el Gobierno provincial la paritaria hasta el 31 de julio.

Por el trabajoso acuerdo –con innumerables ítems– que se firmó en la oficina de la ministra de Coordinación, Silvina Rivero, los estatales cordobeses recibirán un aumento global del 16 por ciento en los próximos seis meses.

Los docentes percibirán cuatro puntos más de aumento por el Fondo Complementario Nacional que llegará de la Nación.

La UEPC aún no cerró la paritaria, porque no se puede concretar de manera física la asamblea provincial que habitualmente avala lo que los sindicalistas acordaron en la negociación.

Por eso, a diferencia del resto de los agentes estatales, los docentes no recibieron este mes el aumento de febrero que sí recibió el resto de los trabajadores públicos.

La firma no se demorará. La UEPC busca el modo de que la reunión con los delegados de toda la provincia se concrete de manera virtual, para que finalmente se habilite el acuerdo.

Dificultades

El Gobierno provincial confirmó el miércoles pasado a La Voz que están los fondos para pagar a partir del lunes los salarios de los activos y los haberes de los jubilados.

Pero por lo bajo, los funcionarios schiarettistas admiten que, en caso de no haber un auxilio financiero del Gobierno nacional, esta realidad podría cambiar para el mes próximo.

El presidente Alberto Fernández se sentó sobre la caja de los ATN (aportes del Tesoro Nacional). Sólo enviará seis mil millones de pesos de los 70 mil millones que tiene ese fondo, que se nutre del descuento del 1,5 por ciento sobre la coparticipación de las provincias.

Los gobernadores reclamaron esos recursos, pero a las provincias llegará menos del 10 por ciento.

Cinco provincias dicen que no podrán abonar salarios y jubilaciones en los próximos días. El pago sería en cuotas.

Los gremialistas cordobeses evitan generar temor entre sus afiliados, pero se preguntan cuánto falta para que esa realidad se configure en Córdoba.

Si los estatales empiezan a tener dificultades para cobrar sus salarios, la clase política cordobesa se quedará sin argumentos para resistir –en silencio– un eventual recorte de sus ingresos.

La realidad está a la vuelta de la esquina y nadie quedará a salvo de la segunda víctima de la pandemia, además de la salud: los bolsillos.

 
 

Preocupado. Juan Schiaretti.

 

 
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