España e Italia buscan forjar una nueva alianza estratégica que ayude a dar forma a las futuras políticas de la Unión Europea en cuanto a migración, según indicaron los ministros del Exterior de ambos países.
La española Arancha González Laya y el italiano Luigi Di Maio informaron, luego de una serie de reuniones en Madrid, que un documento informal sobre las propuestas políticas migratorias que abarcan toda la UE ha estado en proceso durante semanas.
Los dirigentes esperan el apoyo de otros países de la región del Mediterráneo, a donde arriba la mayoría de las decenas de miles de refugiados y de migrantes en busca de una mejor vida en Europa.
“Vamos a trabajar juntos para estrechar relaciones en este asunto y ser parte de las soluciones europeas”, dijo González Laya.
Ambos funcionarios afirmaron que el objetivo de esta alianza, además de intentar resolver la crisis migratoria, es influir de manera conjunta en los grandes debates que debe afrontar la UE, como los presupuestos plurianuales, el Brexit o el desarrollo de ambas orillas del Mediterráneo.
La Comisión Europea pretende iniciar una reforma al sistema de asilo y políticas para los 27 Estados miembros de la UE, y uno de los principales obstáculos es cómo lograr que todos los integrantes –incluyendo países del este del continente que se rehúsan a aceptar a migrantes– acepten compartir la carga que recae principalmente en los países del Mediterráneo.
“Estamos en la frontera de la Unión Europea, conocemos más que nadie los fenómenos migratorios, y tenemos la capacidad y la pericia para lidiar con este fenómeno”, sostuvo Di Maio.
El dirigente italiano afirmó que España es un aliado clave de su país en asuntos migratorios dada su influencia en el norte de África.
Di Maio añadió que el reforzamiento del control sobre las armas destinadas a Libia –donde operan muchas de las mafias de tráfico de migrantes– es un elemento crucial para Italia.
“La estabilidad en Libia significa la estabilidad del Sahel”, subrayó Di Maio, quien añadió que “Europa es la que tiene más que perder si Libia sigue en esa situación de guerra” y por ello debe involucrarse en el bloqueo del tráfico de armas hacia ese país.
Por su parte, González Laya dijo que la propuesta de Roma y de Madrid estará basada en los principios de “justicia” y de “solidaridad”.
Para estrechar la colaboración, está prevista una próxima reunión entre el presidente español Pedro Sánchez y el primer ministro italiano Giuseppe Conte, y la celebración de una cumbre bilateral.
Alarma en Grecia
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados denunció las “alarmantes” condiciones en que se encuentran miles de migrantes y refugiados en las islas griegas del Egeo y reclamó una acción “decisiva” para descongestionar los centros de recepción, donde hay más de 36 mil personas, a pesar de estar diseñados para 5.400.
Un portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, reconoció que Grecia ha sido “generosa” en estos últimos años, en los que el país, y especialmente sus islas Lesbos, Quíos, Samos, Qos y Leros, asumieron una carga “muy desproporcionada” de migrantes y de refugiados a Europa.
Sin embargo, considera que la “precaria” situación actual es ya insostenible y se hace necesario acelerar los traslados de migrantes a la parte continental y que, a nivel europeo, se articule una mayor solidaridad. “Los recursos, la capacidad y la solidaridad europeos son necesarios para aumentar la respuesta de Grecia”, señaló Mahecic.
ACNUR puso como ejemplo de la saturación de los centros de recepción los casos de Samos, cuyo complejo fue diseñado para 600 personas y acoge a casi 6.800; y de Lesbos, donde en el campo de Moria se acumulan sólo en las instalaciones oficiales más de 18.300 migrantes, en lugar de 2.200.
Mahecic denunció que miles de personas “viven en pequeñas tiendas expuestas al frío y a la lluvia, sin apenas acceso a calefacción, a electricidad o a agua caliente”. Las condiciones de higiene y de saneamiento también son “inseguras” y “los problemas de salud aumentan”, lamentó el portavoz.
Las duras condiciones de estas zonas y la “larga espera” hasta que se resuelvan las solicitudes de asilo –hay casi 90 mil peticiones pendientes– dejaron “asustados y ansiosos” a muchos de los migrantes, como quedó de manifiesto esta semana en Lesbos con nuevas protestas.
Atrapan a inmigrantes por geolocalización
El Gobierno de Estados Unidos está utilizando servicios que siguen la localización de millones de teléfonos celulares para encontrar y detener a inmigrantes indocumentados, informó The Wall Street Journal.
El diario, que cita a varias fuentes y documentos gubernamentales, explica que los datos proceden de aplicaciones habituales en muchos teléfonos, incluidos juegos o servicios meteorológicos.
Esa información es recopilada por varias empresas, que luego la venden a otras compañías, por ejemplo para ofrecer a los usuarios publicidad de negocios que están cerca del lugar en que se encuentran.
Por esa vía comercial es por la que el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. y varias de sus agencias acceden a los datos.
Según contratos revisados por el WSJ, el Gobierno comenzó a comprar datos de localización en 2017; y por ejemplo, en 2018, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que se encarga de las deportaciones de los sin papeles, gastó 190 mil dólares en esos servicios.
El ICE, señalan fuentes citadas por el WSJ, ha utilizado esa información para identificar y arrestar a indocumentados.
Los datos son también usados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), por ejemplo, para rastrear actividad inusual en zonas desérticas de la frontera con México y combatir cruces ilegales o actividades de narcotráfico.
Según el periódico, esa información sirvió para descubrir en 2018 un túnel entre México y EE.UU. construido por narcotraficantes.
Menos inmigrantes: En Europa
En 2019, disminuyó el número de migrantes detenidos.
Según números de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, las detecciones de inmigrantes en situación irregular se encuentran en los niveles más bajos desde 2013, sobre todo en las rutas del Mediterráneo occidental. Sin embargo, su número ha sufrido un fuerte repunte en la ruta oriental, a través de Grecia. En 2019, Frontex interceptó a unas 139 mil personas que trataban de llegar a Europa, esto es, un 6% menos que en 2018 y un 92% menos que en 2015.