Este martes era el último día para ingresar a cuentas bancarias especiales en Argentina al menos el cinco por ciento de los bienes que los argentinos tienen en el exterior, para evitar pagar la alícuota agravada del Impuesto sobre los Bienes Personales.

Pero, como en medio de la emergencia por el coronavirus hay dificultades prácticas para concretar estas operaciones, la expectativa es que la Afip extienda el plazo. Quien no repatriaba, mañana tendría que abonar un pago a cuenta por 2019.

La diferencia en el monto del gravamen es importante. Por el ejercicio 2018, la alícuota era de 0,25 por ciento, pero a fin del año pasado se implementó una tasa progresiva de entre 0,5 y 1,25 por ciento para los bienes locales, y agravada (entre 0,70 y 2,25 por ciento) para los bienes del exterior. El máximo lo pagan patrimonios superiores a 18 millones de pesos (unos 300 mil dólares, a la valuación oficial).

“La repatriación está teniendo hoy (por ayer) problemas técnicos y por eso es muy probable que la Afip la extienda. La persona tiene que abrir una cuenta bancaria especial, y no todas las entidades tienen los sistemas preparados para abrir cuentas de manera remota”, explica Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios.

El tributarista agrega que también “hay demoras en la acreditación de los fondos de quienes ya transfirieron los dólares desde afuera, con problemas que afectan la operatoria del comercio exterior”, puntualiza.

Asimismo, complicaron los cambios del 19 de marzo, que flexibilizaron la apertura de cuentas especiales, pero obligaron a los bancos a cambiar sus sistemas justo cuando comenzó la cuarentena obligatoria.

El análisis financiero

Pasar de pagar 0,25 a 2,25 por ciento es un aumento muy importante de la presión fiscal para los contribuyentes. Leticia Tolosa, vicepresidenta de Petrini Valores, señala que, “en el análisis financiero, la repatriación es conveniente”, porque ingresando al país el cinco por ciento del patrimonio en el exterior se baja la tasa al 1,25 por ciento. Y ejemplifica: “Si yo tenía un bono del Tesoro de Estados Unidos que el año pasado rindió 1,5 por ciento, si hoy pago 2,25, me está comiendo capital”.

De todos modos, reconoce que “el problema puede darse por la falta de liquidez”. Aquí hay que considerar que la repatriación implica transferir al país dólares que estaban en una cuenta extranjera. Quien tiene activos financieros o inmuebles, pero nada de dinero, debería venderlos para repatriar. El tema es que, con la pandemia y con la guerra del petróleo, los precios internacionales se derrumbaron y hoy no conviene vender nada.

Otra cuestión que plantean los contribuyentes es qué hacen con los dólares repatriados. La normativa permite cuatro alternativas.

La primera: vender los dólares y pasarlos a pesos en el mercado único y libre de cambios (al tipo de cambio oficial, que hoy ronda los 64,5 pesos).

La segunda: mantenerlos en la cuenta hasta el 31 de diciembre de 2020.

La tercera: invertirlos en fondos comunes de inversión (FCI) especiales.

Y la cuarta: en un fideicomiso del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice).

“Como los dólares hay que venderlos en el mercado oficial, esta opción no conviene, pero no hay problema en mantenerlos en la cuenta hasta fin de año”, dice Tolosa. “El tema es que hay gente que desconfía, porque la situación es incierta en el país. Tampoco quieren dar dinero al Bice. De todos modos, se puede invertir en un FCI, que se están poniendo en marcha estos días; y no hace falta que sea ahora”, agrega.

Fisco. La Afip, con pocas señales en medio de la cuarentena.