Los jubilados que cobran el haber mínimo y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) recibirán a partir del 1 de marzo próximo, un reintegro del 15% en las compras que realicen con las tarjetas de débito de las cuentas donde se acreditan sus beneficios, anunció este lunes la titular de la Administración Federal de Ingresos Püblicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont.
En conferencia de prensa en Casa de Gobierno, la titular de la AFIP precisó que estos reintegros serán de hasta $ 700 mensuales por beneficiario, con un tope de $ 1.400 por hogar.
“Estamos trabajando con los listados del padrón de la Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social) de todos los titulares de la AUH y de jubilación mínima, que se los daremos a las administradoras de las tarjetas de débito. Esperamos más adelante incorporar a los usuarios de tarjeta alimentaria”, indicó Marcó del Pont.
Remarcó que “esta medida supone asignar recursos fiscales de aproximadamente $ 5.000 millones mensuales”, y aclaró que “no es contra recursos coparticipables”.
“Esta decisión surge de un análisis critico del fracaso del gobierno anterior de eximir del IVA a los alimentos de la canasta básica”, señaló la funcionaria.
Marcó del Pont precisó que “la propuesta busca no financiar la oferta sino la demanda, sobre todo la de sectores de menores ingresos”, y estimó que es “una decisión con impacto redistributivo muy importante”.
“Tendrá un impacto potencial sobre la AUH de hasta el 22,5% y del 4,5% para la jubilación mínima”, aseguró la titular de la AFIP, quien indicó que “la medida estará vigente a partir del 1º de marzo y la devolución se hará en su cuenta en las 24 horas hábiles posteriores a la compra con tarjeta de débito, y no sobre el pago en efectivo”.
La funcionaria también destacó que la AFIP tiene “el desafío de la formalización”, porque remarcó que “en torno al 20% de los sectores más bajos usa tarjeta de débito”.
La medida, que pone en reglamentación uno de los artículos de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, alcanza a un universo de beneficiarios que asciende a 7,1 millones de personas y estará en vigencia desde marzo hasta agosto de este año, aunque con la posibilidad de que sea prorrogada seis meses más.
El Gobierno aspira a que los reintegros alcancen “más adelante” a los beneficiarios de las tarjetas alimentarias que distribuye el Ministerio de Desarrollo Social.
Para reforzar su alcance, la AFIP trabaja con el Banco Central en la “reinstauración” de la cuenta bancaria gratuita y universal que “el Gobierno anterior había desactivado” para mejorar la “formalización” y bancarización de los sectores más vulnerables y también para que haya nuevos comercios que puedan ofrecer el servicio de pago con tarjetas de débito.
En tanto, Marcó del Pont explicó que no fue una decisión “caprichosa” poner de tope el consumo de $700 mensuales, sino que surge del estudio de los datos sobre datos de consumo que arroja la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
“Cuando uno mira el consumo de los distintos estratos de ingresos advierte que lo que paga el estrato más bajo de ingresos en IVA por los alimentos es de aproximadamente $ 1.400 en un hogar con dos titulares de jubilación o pensión”, remarcó Marcó del Pont.
La funcionaria destacó que “esto va a generar un alivio muy importante que va a ir directamente al consumo interno, que va a tener efectos reactivantes muy relevantes. Esperamos que este incremento en la demanda no vaya a precios, sino que vaya a un aumento de la producción. Esta es la gran discusión que se está dando en el ámbito del consenso social, del Ministerio de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Comercio”, afirmó la titular de AFIP.