“La situación es muy difícil porque no están llegando los alimentos. Asistimos a 84 familias, que tienen unos 180 niños. Si esto sigue así, deberemos cerrar las puertas”, dice Roxana, una de las encargadas del comedor Alimentando Sueños, en Villa Angelelli, Córdoba.
 
Su caso es uno más entre los centros comunitarios que dependen del movimiento Barrios de Pie, que expresó su preocupación ante los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
 
Muchos de estos comedores podrían tener que cerrar sus puertas por la falta de asignación de mercadería y la imposibilidad de hacer frente a la demanda.
 
Los referentes afirman que está llegando menos de la mitad de las cantidades habituales de alimento, en un contexto social en el que se ha triplicado la demanda.
 
“Frente a esta situación es urgente que las autoridades garanticen los alimentos básicos para nuestras familias. Es grave que los funcionarios no entiendan la compleja realidad que atravesamos. En necesario expresar esta situación”, afirmó Silvia Quevedo, referente de Barrios de Pie. 
 
También advierten que “en algunos lugares (como es el caso de la provincia de Santiago del Estero) ha llegado mercadería en mal estado”.
 
Desde Desarrollo Social de la Nación admitieron que puede haber demoras por cuestiones de logística, que atribuyen además al gran aumento de la demanda en los últimos meses, ante la crítica situación derivada de la cuarentena por coronavirus. Pero aseguran que la atención se está brindando por otras vías, como la tarjeta Alimentar.
 
Recordaron que hay 1.500.000 tarjetas en todo el país, que significan unos 7.600 millones de pesos mensuales para la compra de alimentos.
 
La asistencia de Barrios de Pie en Córdoba alcanza a unas siete mil familias.

Barrios de Pie tiene una vasta red de asistencia en Córdoba. (La Voz / Archivo)