La tormenta tropical Cristóbal continuaba el domingo su avance hacia la costa estadounidense del Golfo de México, tras provocar un tornado en Florida y llevar aguaceros a México y Centroamérica, donde causaron inundaciones y aludes de barro.
Los expertos prevén que tocará tierra en Estados Unidos el domingo por la noche y no hay previsiones de que se convierta en huracán.
Los vientos máximos sostenidos de Cristóbal se mantenían en 85 kilómetros (50 millas) por hora mientras la tormenta avanzaba hacia el norte a 19 kilómetros (12 millas) por hora, con su centro unos 125 kilómetros (75 millas) al sur-suroeste de la desembocadura del río Mississippi.
La tormenta tropical Cristóbal está aquí. Cancún pic.twitter.com/LhkxM98fvs
— Playa Riviera (@PlayaRiviera) June 5, 2020
El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, prevé que la tormenta ganará fuerza despacio hasta tomar tierra el domingo por la noche en la costa estadounidense.
Sin embargo, la tormenta se hizo presente desde el sábado por la noche, causando un tornado que tocó tierra cerca del centro de Orlando, indicó el Servicio Meteorológico Nacional. El tornado pasó cerca del lugar donde un grupo de personas protestaban en el lago Eola a las 7:30 de la tarde.
“Sí, está relacionado con la tormenta tropical que se ubica muy lejos de nosotros al oeste”, declaró Scott Kelly, un meteorólogo del servicio meteorológico. “Pero la tormenta tropical brindó una cizalladura de nivel bajo y eso ha permitido la formación de tornados en el centro de Florida”.
Así luce la comunidad de Canakom en #Yucatán, después del paso de la tormenta tropical #Cristóbal.
Javier Ríos/@Milenio
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La amenaza de tornados continuaría toda la noche, añadió.
El sistema podría causar aguaceros desde el este de Texas a Florida durante el fin de semana y principios de la semana que viene, según el Centro de Huracanes. Se emitió una alerta de tormenta tropical en la costa norte del Golfo de México, desde Intracoastal City, Luisiana, a la frontera entre Alabama y Florida.
Había alertas y advertencias por marejadas ciclónicas activas en Luisiana y Mississippi, donde se esperaban inundaciones de hasta 1,5 metros (5 pies) en algunos lugares.