Aunque en el Gobierno nacional consideran que el agro es el sector en mejores condiciones para hacer el “esfuerzo solidario” que necesita el país para salir de la crisis económica, la realidad muestra que ha sufrido muchos coletazos de la debacle financiera que comenzó a mediados de 2018. 

El caso emblemático es el de Vicentín, una de las mayores agroexportadoras del país, que en diciembre del año pasado anunció un proceso de reestructuración de pagos, por una deuda de 900 millones de dólares con los bancos y 21 mil millones de pesos con los productores que le proveen granos. 

Sin lograr acuerdos, hace un mes presentó el pedido de apertura del concurso preventivo de acreedores, lo que llevó mucha preocupación al mercado agrícola, habida cuenta de que esta compañía es una de las principales jugadoras del rubro.

Y por estos días, también está comenzando a tomar notoriedad la situación de una empresa que tiene la mayoría de sus operaciones fuera de Córdoba, pero es de capitales provinciales: Molino Cañuelas, que produce y comercializa la harina Pureza, el aceite Cañuelas y las galletitas 9 de Oro y Paseo, entre otros productos.

Es una de las sociedades que forman parte del Grupo Navilli, oriundo de Laboulaye, y que en la central de deudores del Banco Central de la República Argentina (BCRA) figura con obligaciones con los bancos por 18.582,3 millones de pesos en categoría cuatro (riesgo alto) o cinco (irrecuperable).

A esto hay que sumar 7.725,7 millones de pesos de Compañía Argentina de Granos (CAG), otra de las empresas fuertes que forman parte del grupo. 

En total, entonces, la deuda del grupo Navilli con los bancos asciende a 26.308 millones de pesos, de acuerdo con los datos –a diciembre pasado– que figuran en el BCRA. 

Parecidos

Esta situación ha derivado en que Molino Cañuelas haya llegado a ofrecerles a los bancos quedarse con la mayoría de sus activos, como parte de pago por estas acreencias.

Sin embargo, las entidades pretenden más bien llegar a un acuerdo y, en ese contexto, Cañuelas podría terminar en el mismo proceso de Vicentín: un concurso de acreedores.

Lo que la diferencia de la compañía nacida en Avellaneda (Santa Fe) es que los Navilli no han generado deudas con sus proveedores: en el BCRA, no aparecen cheques rechazados. Es decir, que todas las acreencias son con los bancos.

Lo que sí emparenta la situación de Cañuelas y CAG con Vicentín es que el mayor acreedor privado es el Banco Nación. En el caso de Vicentín, esto le valió fuertes críticas y hasta una imputación al expresidente del BNA, Javier González Fraga.

Entre las dos firmas, acumulan deuda en grado 4 por 6.662,6 millones de pesos con ese banco. 

Y también está dentro de los acreedores el Banco de Córdoba, con una deuda acumulada en riesgo o irrecuperable de más de 600 millones de pesos.

Todas las deudas

El listado completo de deudas de Molino Cañuelas y Compañía Argentina de Granos es el siguiente:

Banco Nación. 3.638,5 millones de pesos (Molino Cañuelas) y 3.024,1 millones (CAG).

Banco de la Provincia de Buenos Aires. 2.374,7 millones y 1.712,6 millones.

Banco Hipotecario. 1.322,9 millones y 1.247,1 millones.

Banco de Córdoba. 121,2 millones y 505 millones.

Banco de la Ciudad de Buenos Aires. 756,2 millones y 146,8 millones.

Banco de Galicia. 1.644,8 millones y 201,3 millones.

Banco BBVA. 1.663,6 millones y 644,4 millones.

Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice). 1.181,8 millones (sólo con Cañuelas).

Banco Santander Río. 2.366,5 millones (sólo con Cañuelas).

Banco Macro. 546,7 millones (sólo con Cañuelas).

Banco de La Pampa. 122,4 millones (sólo con CAG).

Banco de Servicios y Transacciones. 121,8 millones (sólo con CAG). 

GIGANTE. Molino Cañuelas es una de las empresas agroalimentarias más grandes del país. (Google Maps)