En medio de la pandemia de coronavirus, que en el planeta ya contagió a 4.904.130 personas y se cobró la vida de 323.412, Estados Unidos, uno de los países más golpeados por el brote, persiste en presionar a Venezuela.
El presidente Donald Trump dio un paso más al afirmar que la Casa Blanca tiene al gobierno de Nicolás Maduro “rodeado”.
“Le tenemos rodeado a un nivel que nadie conoce, pero ellos sí lo saben”, advirtió y aseguró incluso que “algo pasará”, en el marco de la presión sostenida por Washington para hacer caer al régimen chavista.
Trump, que a finales de marzo ofrecía 15 millones de dólares a quienes pudieran aportar información para detener a Maduro, a quien acusa de narcoterrorismo, dijo que el actual es un momento “muy interesante” el que vive el país caribeño y que “algo pasará”.
Una de las voces venezolanas que respondieron al discurso del mandatario norteamericano fue la del embajador ante la Organización de las Naciones Unidas, Samuel Moncada, quien afirmó que “Trump no es un jefe de Estado, sino un gánster” y que con sus declaraciones “viola el derecho internacional a muchos niveles”.
En tanto, el representante permanente alterno de Rusia ante la ONU, Dimitry Polyanskiy, rechazó las acciones de Washington sobre Caracas y recordó el historial de agresiones de Estados Unidos en América latina.
Polyanskiy condenó la actitud de Trump de socavar su independencia política e integridad territorial.
Más sanciones
A la par de estos cruces, Estados Unidos endureció las sanciones contra Maduro y su entorno por violaciones de los derechos humanos, corrupción y narcotráfico, y anunció una nueva ayuda de 200 millones de dólares, 138 millones de ellos en asistencia humanitaria, para hacer frente a la crisis de Venezuela tanto dentro como fuera de sus fronteras.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, informó en un comunicado sobre estos fondos y declaró: “Estados Unidos sigue siendo un catalizador de la respuesta internacional para ayudar al pueblo venezolano y a la región a responder a la actual crisis humanitaria”.
El papel de Irán
Maduro celebró el próximo arribo a Venezuela de buques de Irán con gasolina y productos petroleros, luego de que Teherán advirtiera de “consecuencias” si Estados Unidos impedía la llegada de estas embarcaciones.
“Estamos listos para lo que sea y cuando sea”, dijo Maduro en una transmisión de la televisión estatal. “Esos buques, cuando entren a nuestra zona económica exclusiva, serán escoltados por naves, buques y aviones de la Fuerza Armada”, informó el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López.
Según reportes de prensa, cinco barcos cisterna zarparon en los últimos días desde Irán y navegan hacia el Caribe venezolano, donde Estados Unidos anunció a principios de abril una mayor vigilancia del crimen organizado, desplegando unidades de combate.
Desde la nación persa, una agencia de noticias vinculada al Gobierno informó que el ministro de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, le escribió una carta al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtiendo de que cualquier medida estadounidense contra el envío debía ser considerada un acto de “piratería” y tendría repercusiones.
Irán expresó en reiteradas ocasiones su respaldo a Maduro, apoyado también por Rusia, China, Turquía y Cuba. Teherán y Caracas mantienen estrechas relaciones desde el gobierno del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez.
“La cooperación es natural porque ambos se ven como socios estratégicos en un mundo multipolar, y los dos son estados forajidos para Estados Unidos”, expresó el analista del centro del Washington Office of Latin America David Smilde.
En tanto, para la periodista especializada de la BBC Kasra Naji, “si es cierto que Venezuela está pagando en oro, tiene sentido que Irán arriesgue varios buques ya que está muy necesitado”.
Operación Gedeón: Caracas exige investigar
Maduro solicitó a Nancy Pelosi que se sepa qué pasó.
El gobierno de Nicolás Maduro le pidió a la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y máxima líder opositora en el Congreso de ese país, Nancy Pelosi, que investigue la llamada Operación Gedeón, el ataque frustrado a Venezuela de exoficiales venezolanos y mercenarios estadounidenses.
Se solicita saber si las leyes estadounidenses también fueron violadas.