Tiempo atrás había un delantero en las inferiores Instituto del que hablaban todos. Metía goles casi siempre y más de uno creía que Claudio “Tomi” Martínez podía ser uno de esos tantos “9” que salen de La Agustina para las canchas del mundo.
Aquel goleador de la categoría 1991 llegó a debutar en la Primera de la Gloria pero las cosas del fútbol y de la vida llevaron al delantero a recorrer un camino distinto al que varios imaginaban.
Desde hace un tiempo es delantero de General Paz Juniors y como muchos futbolistas que juegan en el Regional Amateur se gana la vida afuera de la cancha.
Pero de todos los hombres que el DT Daniel Mira tiene en su plantel, el único que debió seguir trabajando en plena cuarentena por el coronavirus es Martínez.
“Esto que está pasando es algo que estamos viviendo con preocupación. Es algo que veíamos que pasaba en las películas y hoy nos toca de cerca. Tenemos un poco de miedo, uno no sabe qué va a pasar”, cuenta el goleador mientras atiende a una clienta en la carnicería de su papá Raúl, “Ruly” para los amigos.
Y luego aclara que se siente más cómodo en el área que en el local: “Hace un tiempo ya que estoy por las mañanas con mi viejo en la carnicería. No soy buen carnicero, no te voy a mentir (risas). Me encargo más del tema de la limpieza, estoy en la caja. Está saliendo de todo, mucho puchero y carne molida. Ahora nos quedamos prácticamente sin carne y estamos esperando que en un rato llegue el camión para abastecernos”.
Los riesgos a lo que se expone al salir a la calle día a día generan cierto temor en su novia (Melania) y en su madre (Carina), pero “Tomi” explica que están extremando todos los cuidados: “Con mi vieja hablamos todos los días, está preocupada como toda madre. Acá entra una persona a la vez, hacen la fila afuera con una distancia prudente. Estamos a full con el alcohol en gel y con la lavandina”.
Sueños de gloria
Pese al contexto poco alentador y a que ya no es un “pibe”, Martínez siente a sus 28 las mismas ganas que tenía de jugar a la pelota que cuando era una promesa en Instituto.
Por eso cada día que viaja desde su departamento de Alta Córdoba rumbo al “Mercadito Ruly” en el Marques de Sobremonte, lo hace pensando en una sola cosa: en el día en que la pelota vuelva a rodar con él adentro de la cancha.
“Uno vive todo esto con tristeza, el que ama el fútbol extraña jugarlo, lo que es el vestuario, los mates. Pero tenemos la esperanza de que esto se resuelva pronto”, le cuenta “Tomi” a Mundo D.
Mientras tanto, asegura que se las rebusca para entrenarse y estar listo por si Juniors vuelve pronto a competir en el Regional Amateur: “Con el club mantenemos contacto todos los días vía Whatsapp con el técnico y los profesores. Ellos nos pasan el plan del día y lo vamos haciendo. Tratan de adaptar todo según el espacio. Muchos vivimos en departamentos”.
La charla termina y como buen carnicero, Martínez asegura sobre el cierre que le pondrá el “lomo” a esta situación. Y pese al “vacío” que siente por no jugar, sigue soñando con un gol de “pecho” o “palomita” en Arenales y Río Cuarto. Y todo un barrio espera pronto por ese grito.