Si bien las plataformas de streaming pagas han crecido mucho en los últimos años (como Netflix o Flow), la descarga ilegal de series y de películas continúa, según el análisis que realiza Alianza, una organización global contra la piratería, sobre el estudio realizado por la empresa Muso, encargada de monitorear los datos de los más grandes sitios webs piratas a nivel global.
Y Argentina se ubica bastante arriba en la lista de “los más piratas” de Latinoamérica. En 2018, fueron más de dos mil millones las visitas a estos sitios en Argentina, lo que representó un promedio de 69 visitas por persona. Sin embargo, el podio lo lidera Brasil con siete billones de visitas totales; le siguen Uruguay y Chile.
“Estos hallazgos dan cuenta de una imagen muy alarmante de cómo la piratería sigue siendo una amenaza creciente para la industria de la televisión. La piratería afecta directamente el bienestar y el crecimiento de la industria de contenidos creativos”, explicó Javier Figueras, presidente de Alianza.
En Argentina, la piratería preferida es a través de
streaming
(transmisión), que representa el 82,42 por ciento de las visitas totales. Es decir, por medio de este sistema el usuario consume el contenido de manera ilegal directamente desde su navegador, sin necesidad de descargarlo.
Entre las series y las películas más “pirateadas”, hay predilectas. El año pasado, por ejemplo, el primer episodio de la última temporada de
Game of Thrones
fue pirateado 54 millones de veces en el mundo en apenas 24 horas, triplicando a la audiencia oficial, según otro informe de Muso.
Impacto y riesgos
Más de la mitad de las visitas se hacen accediendo de manera directa a las webs, le siguen las provenientes de motores de búsqueda con un 29,6 por ciento y en menor medida desde redes sociales, correos electrónicos y anuncios publicitarios.
De acuerdo con Alianza, las pérdidas en la industria del entretenimiento se miden en billones de dólares, lo que significa un gran retroceso en el crecimiento del mercado. “Se ha demostrado que la prevalencia y el impacto de la piratería alcanzan a los gobiernos a través de la evasión de impuestos, a las economías locales a través de la reducción de empleos y a los consumidores al comprometer su información personal”, afirma la organización.
En este sentido, resalta la existencia de contenidos con virus y con
software
malicioso que pueden evadir los accesos privados y acceder a datos relevantes como contraseñas, números de tarjetas y cualquier información que le permita tener control sobre los dispositivos del usuario.