Una usuaria de Twitter lo escribía como guiño de humor en épocas de coronavirus y reclusión: “Si ponen a todo el país en cuarentena, tenemos que organizarnos para mirar todos juntos Mad Men”. Para algunos fue un chiste de mal gusto; para otros, un comentario pícaro. Y para muchos, una buena idea.

Si los días que siguen vamos a restringir el contacto con el afuera para permanecer en nuestras casas, quizá sea oportuno aprovechar para ver grandes series que requieren de cierto tiempo del que no solemos disponer. Es decir, si solemos pedir recomendaciones de “series cortas”, quizás ahora podemos hacer lo contrario. Por ejemplo: si entre las deudas pendientes estaba Game of Thrones, este puede ser un buen momento para emprender esa odisea.

Pero es también una buena oportunidad para aprovechar y ver grandes clásicos pendientes, o aquellas series que requieren un poco más de atención y tiempo del que solemos tener cuando llegamos cansados a casa a ver “un par de capítulos”.

Mad Men. Señora, señor, esta es quizá la mejor serie de la historia. Si la postergó porque tiene siete temporadas que amedrentan a cualquiera por su duración, este es el momento para devorar una por una.
Mad Men
empieza a finales de la década de 1950 y termina en la de 1970. Sigue la historia de un grupo de publicistas y los cambios que atraviesa la industria, la economía y la sociedad estadounidense, con actuaciones poderosas, una estética magnética y personajes poderosos. Y con el protagonismo de Jon Hamm como Donald Draper, tremendo y adorable. En Netflix.

Westworld. Este domingo, a las 22, se estrena la tercera y esperadísima temporada de 
Westworld
, serie de culto que aborda el tema del vínculo que los seres humanos entablan con androides muy similares a ellos. Con aspiraciones más filosóficas que tecnológicas, la serie requiere un visionado atento. Incluso para quienes ya la vieron, no está de más repasar las primeras dos temporadas antes de encarar la tercera. Como dijo Aaron Paul, actor qeu se suma esta temporada: “Lo genial de Westworld es que tenés que prestar atención para entender qué demonios está pasando, no podés simplemente encender el televisor y dejarlo como ruido de fondo mientras revisás tu feed de Instagram”. Por HBO y Flow.


Hunters
. Es la nueva gran serie de 2020. Producida Jordan Peele (director de la película Nosotros), su tema es original y combina géneros extraños: el relato coral de superhéroes, la acción y las historias nazis. De qué va: un grupo se dedica a cazar nazis que viven en Nueva York en la década de 1970. Cientos de oficiales nazis de alto rango están viviendo entre los ciudadanos estadounidenses y la misión de los “cazadores” es una “venganza preventiva”. Con Al Pacino. Tiene 10 capítulos. Por Amazon Prime Video.

“Breaking Bad” y su universo expandido. Otro clásico de las series que muchos se han pedido porque llegaron tarde al furor. La historia de Walter White tiene cinco temporadas imperdibles y todo un universo expandido formado por el spin off de Better call Saul (que acaba de comenzar su quinta temporada) y la película El camino, que hace un salto hacia el futuro tras el final de Breaking Bad. Un consejo de orden: ver primero Breaking Bad, luego El camino y, al final, Better call Saul. Necesitará para eso de unas 110 horas. En Netflix.

The good wife. Cuando se retiró de la presidencia Obama, uno de sus funcionarios confesó que lo que más le alegraba era por fin tener tiempo para ver The good wife. La serie, una de las últimas exitosas creadas por un canal abierto, tenía el formato de la televisión vieja: 23 capítulos por temporada, de casi una hora de duración cada uno, y terminó en siete temporadas. Haga las matemáticas de cuánto le llevará verla. Vale la pena. La creación de los autores Michelle  y Robert King está entre las mejores de los últimos años. No es “una de abogados”, es mucho más que eso. Sigue la historia de Alicia Florrick, que al principio es “esposa de”, luego exitosa abogada, al final inescrupulosa política. Por Netflix.

De yapa: Si después de ver The good wife tiene abstienencia (que la tendrá), el postre puede ser maratonear el spin off de los mismos creadores y con los mismos personajes: The Good Fight, la serie anti-Trump más inteligente de la TV. Se puede ver en Amazon Prime Video.

Billions. ¿Qué ocurre cuándo un fiscal de Estados Unidos se decide a encarcelar a uno de los hombres más poderosos Wall Street? Se gesta una de las tramas de ficción más atrapantes y entretenidas del momento. Así definen sus fans a esta serie que ya tiene cuatro temporadas, que estrena la quinta para el mes de mayo y está entre las mejores punteadas de Netflix. “No es necesario ser un experto en transacciones bursátiles para disfrutar plenamente de esta ficción. Gran parte del interés de Billions radica en ser testigos de cómo los protagonistas idean y ponen en marcha estrategias que desdibujan constantemente los límites de la legalidad y la moral, lo que hace odiarlos y amarlos por igual”, escribió la periodista Julia Candellero.

Succession. Otra opción muy recomendable es Succession, una serie de HBO que muchos la definieron como “la Game of Thrones” del mundo real. Un clan familiar poderosísimo se enfrenta a que su factótum y creador del emporio ya está muy viejo y debe ceder su lugar. Ahí empieza una batalla entre los hermanos que están en la línea de sucesión directa y natural para el puesto, aunque ninguno quiere ceder en nada. Con actuaciones brillantes y un guion que se va volviendo cada vez más atrapante, tiene dos temporadas que se “devoran” rápidamente, dejando al espectador ansioso por la llegada de una tercera (aún sin fecha anunciada).

 
Veep. No es una gran época de las comedias y esta es una de las que salió airosa de los últimos años. Comedia política disparatada, Veep fue el gran retorno y la confirmación como gran comediante de Julia Dreyfuss (Elaine en Seinfeld). Son siete temporadas de capítulos de media hora que parodian la situación de campaña política y las aspiraciones de los funcionarios. En este caso, sigue a Selina Meyer, vicepresidenta de Estados Unidos que se da cuenta de que el rol es bastante de cotillón. con un equipo bastante inepoto, intenta escalar posiciones y cumplir con todas las actividades portocolares que le tocan. 
 
Fargo. El creador Noah Hawley eran tan fan de los hermanos Coen como varios de nosotros. Así que se inspiró en la película Fargo y en todo su universo de personajes, extraño tono de humor y estética para crear esta serie de policial negro, deforme, que en cada temporada aborda una caso policial distinto. Con grandes actores (Ted Danson, Billy Bob Thornton, Kirsten Dunst), cada historia repite un esquema: policías no muy expertos pero bien intencionados, delincuentes torpes y con mala suerte, y criminales involuntarios. Está en Netflix, vale la pena ver las tres temporadas y se pueden ver en cualquier orden. 

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“Succesion”
“Mad Men”