El 8 de marzo, cuando aún no se había decretado la cuarentena por el coronavirus, el gobernador Juan Schiaretti conformó el Comité de Acción Sanitaria para seguir de cerca la evolución de esta nueva pandemia que se inició en China. También para concentrar recursos humanos y económicos para atender dos problemas que preocupaban en el Centro Cívico: el dengue y el sarampión.

Este comité tiene un ámbito de interconsultas con el sector privado de la salud y con distintos organismos provinciales y nacionales, pero hay un grupo de funcionarios y de legisladores que fueron convocados por el gobernador para abocarse a la problemática que generó el coronavirus, que va más allá del tema sanitario.

Se trata del comité “ampliado”, integrado por el intendente de Córdoba, Martín Llaryora; el vicegobernador, Manuel Calvo; Diego Cardozo (ministro de Salud); Silvina Rivero (Coordinación); Laura Jure (Promoción del Empleo); Facundo Torres (Gobierno); Alfonso Mosquera (Seguridad); Julián López (Justicia); Oscar González (presidente provisorio de la Legislatura); Jorge Córdoba (fiscal de Estado); José Gómez Demmel (fiscal adjunto); Rodolfo Rodríguez (director de planificación sanitaria); Marcos Bovo (secretario de Comunicación), y el asesor en comunicación Roberto Sposetti.

Este equipo se reúne cuando el gobernador lo cree conveniente para analizar medidas. Aunque Schiaretti tiene un equipo más reducido de colaboradores para seguir la pandemia en el día a día.

A este equipo más íntimo lo conforman Calvo, Cardozo, Rivero, Jure, Torres, Mosquera y Sposetti, el principal consejero en la comunicación oficial. Llaryora está en permanente contacto, pero no va todos los días al Centro Cívico.

Otro funcionario como el ministro de Obras Públicas, Ricardo Sosa, y los diputados nacionales Alejandra Vigo y Carlos Gutiérrez, que si bien no integran el comité de emergencia, son de confianza y de consulta permanente cada vez que el gobernador tiene que tomar una medida.

El mandatario tiene algunas prioridades bien marcadas: ampliar el número de camas críticas para atender un posible aumento de casos de coronavirus; el operativo de seguridad para controlar la cuarentena y la comunicación en esta crisis sanitaria.

Protagonismo

Cardozo, a cargo de Salud, era uno de los ministros más desconocidos y de bajo perfil del nuevo gabinete que Schiaretti rearmó para iniciar este tercer mandato no consecutivo, el 10 de diciembre pasado.

En las últimas semanas, el santiagueño radicado en Córdoba hace muchos años pasó a ser el funcionario con mayor protagonismo del gabinete.

Cardozo no era un desconocido en el Gobierno provincial. Fue secretario de Salud de Francisco Fortuna cuando el ahora titular del bloque de legisladores de Hacemos por Córdoba fue ministro de Salud en el mandato anterior (2015-2019).

El titular de la cartera sanitaria, junto con las ministras Rivero y Jure, y el vicegobernador Calvo pasan varias veces al día por el despacho del gobernador.

Rivero es una especie de jefa de gabinete, que coordina todas las áreas del Gobierno. Jure fue secretaria administrativa del Ministerio de Salud y tiene en su cabeza el mapa de todas las áreas en la provincia de la cartera que conduce Cardozo.

Calvo y el ministro Torres siguen de cerca lo que sucede en el interior, en contactos directos con los intendentes.

Desde el viernes pasado, cuando el presidente Alberto Fernández decretó la cuarentena, el ministro Mosquera pasa informes diarios sobre la marcha del operativo de seguridad para que la gente no salga a las calles.

Prioridades

Por estas horas, la preocupación del gobernador y de sus colaboradores más cercanos es aumentar el número de camas para atender casos graves de gente que se pueda infectar con el coronavirus.

Según fuentes oficiales, en la provincia hay alrededor de 1.600 camas para casos graves, entre instituciones públicas y privadas. Una 490 pertenecen a hospitales estatales. El objetivo es duplicarlas.

Como ocurrió en otros países, y en sintonía con lo que está planificando el Gobierno nacional, en la Provincia se trabaja en el armado de hospitales de emergencia en el caso de que aumenten de manera exponencial los casos de contagiados por la pandemia.

En este sentido, el gobernador Schiaretti decidió aumentar a 1.200 millones de pesos la partida inicial de 500 millones de pesos que preventivamente se habían asignado para atender la emergencia sanitaria que generó el Covid-19.

“Estamos trabajando en equipo y todos los engranajes deben funcionar a la perfección. La preocupación social es grande y el Gobierno debe actuar en consecuencia”, manifestó un integrante del equipo más cercano que rodea al gobernador.

Los ministros cordobeses tienen diálogo con sus pares nacionales, pero es el gobernador quien coordina medidas con la Casa Rosada, por su relación directa con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

Más allá de algunas diferencias políticas, en el Centro Cívico señalan que está “muy bien” la relación institucional y que existe el diálogo con todas las áreas del Gobierno nacional.

Diego Cardozo: Ministro de Salud

Era uno de los funcionarios de más bajo perfil. En los últimos días, este santiagueño con posgrados en Francia tomó más protagonismo por la crisis sanitaria que generó la pandemia del coronavirus. Conoce la estructura de salud provincial, porque fue secretario de esa cartera entre 2015 y 2019.

 

Silvina Rivero: Ministra de Coordinación

 

Como una especie de jefa de Gabinete, debe coordinar todas las áreas del Gobierno provincial que están trabajando para combatir la pandemia del coronavirus. Es la responsable de reorientar las partidas del Presupuesto, en caso de ser necesario. Es una funcionaria de confianza del gobernador.

 
 
Laura Jure: Ministra de Empleo
 

 

Fue secretaria de gestión administrativa del Ministerio de Salud y, por lo tanto, conoce todas las áreas de la cartera. Tiene un excelente vínculo con el ministro Cardozo, desde cuando el ahora titular de Salud era secretario de Francisco Fortuna. Su cartera administra los planes de empleo provinciales.
 

Pymes, obreros y la cadena de pagos

Además de la cuestión sanitaria, en el Centro Cívico hay otra gran preocupación: el impacto por el parate económico que generará la pandemia del coronavirus.
 
Las pérdidas que sufren las pequeñas y medianas empresas, la situación de los trabajadores informales y la necesidad de mantener activa la cadena de pagos son las cuestiones que sigue de cerca el gobernador Juan Schiaretti.
 
“En la reunión, el Gobierno nacional confirmó que las medidas tomadas y por tomar van a garantizar un mes de sueldo a los argentinos. Nosotros, como provincia, les otorgaremos el aval para que las pequeñas y medianas empresas que no califiquen para créditos puedan obtenerlo”, escribió en las redes sociales el gobernador, luego de la reunión del jueves pasado.
 
El ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, y su par de Gobierno, Facundo Torres, siguen de cerca la evolución de la recaudación, con principal atención en las finanzas de los municipios.
 
Schiaretti siempre sostuvo que la cadena de pagos comienza a resentirse en los municipios, algo que ocurrió antes de la crisis de 2001.
 
En los próximos días, el gobernador haría anuncios sobre una línea de créditos para pequeñas y medianas empresas. En el Centro Cívico aguardarán las medidas del Gobierno nacional destinadas a los trabajadores informales.

 

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Comité ampliado. El miércoles pasado, Schiaretti encabezó una reunión de su equipo anticrisis. (Casa de Gobierno)
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