Por primera vez en una década, Grupo Renault presentó pérdidas correspondientes a 2019, en este caso de 141 millones de euros (155 millones de dólares), al tiempo que anunció un posible plan de achicamiento en el mundo.
Al respecto, Clotilde Delbos, directora general interina de la automotriz francesa, advirtió sobre la posibilidad de cerrar fábricas en el mundo en el marco de un amplio plan de recorte.
“Nuestro objetivo es reducir nuestros costes estructurales en al menos 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares) en los próximos tres años”, dijo.
Según informó la agencia AFP, Renault precisó un retroceso en su volumen de negocios de 3,3 por ciento, ya que el año pasado facturó 55.500 millones de euros (60 mil millones de dólares).
A mediados del mes pasado, había adelantado en enero una caída del 3,4 por ciento de sus ventas en 2019, al llegar a 3,75 millones de vehículos.
Entre los principales factores que inciden en las pérdidas están los vehículos eléctricos y la gama de automóviles de bajo costo, entre ellos los resultados de la rumana Dacia.
Además, para respetar los topes de emisiones de CO2 fijados por la Unión Europea, Renault y el resto de las automotrices están avanzando en la producción de autos eléctricos, lo que implica grandes volúmenes de inversión en investigación y desarrollo.