Las internas partidarias están muy alejadas de la sociedad, pero son la comidilla preferida de los dirigentes políticos. La decisión del gobernador Juan Schiaretti de que el PJ cordobés vuelva a participar de la conducción nacional del partido es un dato político fuerte de acercamiento del mandatario provincial hacia la Casa Rosada.
Luego de nueve años (la última vez que lo hicieron fue en el año 2011), los congresales peronistas cordobeses participarán este jueves del congreso nacional del Partido Justicialista, que se concretará en el microestadio cerrado del club Ferro Carril Oeste, en el porteño barrio de Caballito.
El último congreso nacional en el cual hubo participación de cordobeses fue en 2011, y el quiebre entre el cristinismo y los referentes peronistas de Córdoba, Schiaretti y José Manuel de la Sota, había comenzado con el conflicto con el campo, en 2008.
Schiaretti no estará presente en las deliberaciones de este jueves, pero sí, sus principales espadas políticas. Son 84 congresales cordobeses, y la mayoría está alineada con el Centro Cívico.
También habrá dirigentes que responden al espacio albertista que lidera el senador Carlos Caserio, mientras que el cristinismo tiene como referente provincial a la diputada nacional Gabriela Estévez.
En las deliberaciones en Ferro se resolverá la fecha de la interna para la renovación de autoridades y de la junta electoral.
Será un paso formal. El presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta, Cristina Fernández, ya dieron la orden de buscar un lista de consenso, aunque resta saber quién la encabezará. Hay dos candidatos: el actual titular, el sanjuanino José Luis Gioja, y el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich.
El gobernador de Córdoba no tendría preferencia por ninguno de estos dos dirigentes. La única preocupación de Schiaretti es no quedar aislado del PJ nacional, pero su estrategia es tener una participación acotada. Argumentará que su prioridad es la gestión provincial.
¿Cuáles fueron los motivos que impulsaron a Schiaretti a volver a participar de un congreso nacional partidario? Repasemos.
Contacto político
En estos casi tres meses de gestión presidencial de Alberto Fernández y de cierta distancia con el Centro Cívico, el gobernador logró construir una buena relación con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro (paradójicamente, el ministro más cristinista del Gabinete nacional).
Es más: habría sido De Pedro quien convenció al mandatario cordobés de la necesidad de que el PJ cordobés volviera a tener injerencia en la conducción nacional.
Schiaretti busca de manera activa tener un vínculo más estrecho con la Casa Rosada, teniendo en cuenta que necesita cobrar los más de 15 mil millones de pesos que la Nación le adeuda a Córdoba.
El titular de la cartera política convenció al gobernador de que, si se mantenía al margen de la cúpula del PJ nacional, eso era un modo de estar distanciado del presidente Alberto Fernández.
Los gobernadores
Aunque Alberto Fernández y Cristina Fernández, por ahora, se mantienen al margen de las negociaciones por la nueva conducción del PJ, De Pedro está trabajando para que todos los gobernadores peronistas estén en la mesa ejecutiva.
En este contexto, Schiaretti no podía volver a darle la espalda a su partido. En la última campaña presidencial se mantuvo al margen y se declaró “prescindente” de la pulseada entre Alberto Fernández y Mauricio Macri.
Hoy, está padeciendo esa decisión: es el único gobernador peronista que aún no fue recibido oficialmente por el Presidente.
Más albertismo que cristinismo
Si bien falta mucho para definir la lista de consenso, todo indica que la próxima conducción partidaria no será hegemonizada por el cristinismo, como ocurrió con la actual.
Esa es una de las condiciones de Schiaretti para que el PJ cordobés vuelva a participar de la conducción nacional.
El gobernador de Córdoba podría integrar la lista de consenso si están representados todos los sectores internos, sin mayoría de los K.
No obstante, todo indica que la nueva conducción tendrá preeminencia de dirigentes moderados del PJ tradicional que responden al presidente Alberto Fernández.
El senador Caserio, distanciado de Schiaretti en la interna cordobesa, podría tener un lugar preponderante en la nueva cúpula del PJ nacional.