Transcurría el invierno de 1998 y en barrio Jardín todavía resonaba el eco de los festejos por el título en la final ante Belgrano.
Cuando bajó la euforia, el entrenador Ricardo Gareca comenzó a darle forma al nuevo plantel de Talleres y entre otras decisiones dio el OK para la llegada de Osvaldo Canobbio, un delantero uruguayo del cual no se sabía mucho en Córdoba.
Su currículum marcaba un paso por Nacional de Montevideo y otros equipos uruguayos. Incluso había estado en un partido de Eliminatorias rumbo al Mundial de Francia 1998. Datos por demás alentadores para quien por entonces era un desconocido para los hinchas de la “T”.
Su paso no fue lo que él esperaba. Una lesión lo tuvo a maltraer y lo dejó afuera de varios partidos. Y a otros pudo jugarlo pero las molestias lo perseguían. Las estadísticas marcan que apenas logró jugar 25 partidos oficiales y metió un tanto.
“Al otro gol se lo hice a Belgrano en un amistoso que empatamos dos a dos. Yo sufrí mucho por una lesión en un partido con los jujeños. Me dejó mal. No podía pisar, estuve mucho tiempo sin poder jugar. Esa fue la única parte fea. Y hacer un gol en el clásico después de tanto tiempo sin jugar, me llenó de orgullo”, recordó Canobbio en diálogo con Mundo D.
El exfutbolista hoy tiene 47 años, está recibido como DT y entrena a la tercera y a la cuarta división de Liverpool.
“Córdoba fue una de las mejores ciudades donde me tocó vivir, más allá del rendimiento deportivo, que no fue lo que esperaba, no pude jugar mucho. Me quedé con un recuerdo grato en muchos aspectos, más que nada de los compañeros y el cuerpo técnico. Es por eso que de Talleres tengo los mejores recuerdos”, agregó el uruguayo.
Tras su paso por Talleres, siguió su carrera en Racing y Huracán, antes de viajar por Chile, Honduras y China. Con 36 años se retiró en Fenix de Uruguay, luego de haber pasado por varios clubes de su país.
“En la Academia me tocó el período pos-quiebra y en el Globo las cosas no fueron lo que no uno esperaba. Y en mi etapa final en Fénix ya estaba haciendo el curso para DT”, precisó luego.
Su hijo, en el radar albiazul
Mientras jugaba en Talleres el uruguayo fue padre de Agustín, que hoy tiene 21 años y es futbolista. “Mi mujer viajó para tenerlo en Uruguay porque ya se venía atendiendo allá. Pero a los 10 días de haber nacido ya estaba en Córdoba”, explicó Osvaldo.
Agustín es volante, hoy se entrena durante la cuarentena junto a su padre y tras haber pasado por Peñarol firmó con Fénix.
“Es un mediocampista externo, un media punta digamos, más tirado por la banda. Estuvo por ir a Talleres, me llamaron cuando el DT era Juan Pablo Vojvoda. Pero no llegaron a un acuerdo con la gente que lo manejaba”, remarcó Canobbio.
En otra parte de la nota, destacó que le dio a su hijo buenas referencias de Córdoba y que espera que más adelante tenga otra chance. “Es joven, tiene 21 años. Incluso cuando él debuto estaba el hijo de Fassi en Fénix, entonces lo conoce”, agregó el exdelantero.
Por último, contó que este lunes los equipos uruguayos comenzarán a entrenarse y en agosto volverá la competencia. “Hasta los shoppings abrieron acá, está todo más tranquilo”, dijo con un tono de tranquilidad.