México. Las inmediaciones del Palacio Nacional, residencia oficial del presidente mejicano, Andrés Manuel López Obrador, fueron escenario ayer de una protesta convocada por movimientos de mujeres para reclamar medidas que reduzcan las elevadas tasas de femicidio, en plena polémica por la posible reforma del tipo penal.

Al grito de “Ni una más”, feministas y familiares de víctimas se concentraron ante el Palacio Nacional, donde efectuaron pintadas que cargaban contra el “Estado femicida” y recordaban a Ingrid Escamilla, asesinada y desollada por su pareja y símbolo ahora del movimiento.

La polémica que rodea el caso de Escamilla, de cuyo cadáver se difundieron imágenes degradantes, se suma al debate abierto por la propuesta del fiscal General, Alejandro Gertz Manero, de revisar el delito de femicidio contemplando incluso su eliminación para reconvertirlo en un homicidio agravado y así supuestamente favorecer su aplicación.

López Obrador se refirió al tema en su rueda de prensa diaria, en la que mostró “respeto para el movimiento feminista”. “Estamos atendiendo el problema de los femicidios, celebramos que las mujeres defiendan su derecho a la seguridad, no es nuestro propósito ofender a nadie”, subrayó, según el diario Milenio.

“No se van a modificar las leyes para aminorar el castigo a delincuentes; estoy en contra del machismo”, ha prometido el mandatario, de cara a un fin de semana en el que se han convocado nuevas movilizaciones en distintos puntos de México.

Sobre el tema de los femicidios, López Obrador señaló: “No estoy metiendo la cabeza en la arena ni estoy evadiendo mi responsabilidad. No es la política del avestruz”.

Dio a conocer un decálogo en el que expresó su rechazo a los crímenes de odio contra las mujeres. “Es una cobardía” agredirlas, dijo, y consideró “un anacronismo, una brutalidad el machismo”.

Añadió que interesa enfrentar el femicidio porque, “además de ser un crimen, es un acto de discriminación, un crimen de odio. Por eso todos los crímenes los estamos enfrentando, todos”.

La activista Frida Guerrera le insistió en una falta de claridad en torno al tema, y en la posibilidad de que se cree una fiscalía especializada.

Flagelo

La agresión a mujeres es una preocupación constante en ese país, y muy grave.

El Observatorio Nacional Contra el Femicidio calcula que un 60 por ciento de los casos de femicidio en el país quedan impunes, sin respuesta.

Entre 2000 y 2014, en el país fueron asesinadas 26.267 mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

O sea, un promedio de cinco mujeres al día. Además en 15 años la cantidad de homicidios anuales se duplicó, al pasar de 1.284 casos a 2.349.

Tras ser aprobada por los diputados, la iniciativa de reforma pasará al Senado para ser analizada y dictaminada.

El asesinato de mujeres en México cobró notoriedad internacional en 1993, cuando se comenzaron a denunciar públicamente los casos de mujeres ultimadas en la fronteriza Ciudad Juárez, al norte de México.

Debieron pasar casi 20 años para que México incluyera en su Código Penal el delito de femicidio.

En 2012, el Congreso mejicano aprobó penas de 40 a 60 años de prisión a quien privara de la vida a una mujer por cuestiones de género. Al mismo tiempo, se instruyó a los estados a armonizar sus legislaciones según las nuevas disposiciones federales.

Crimen atroz: Ingrid Escamilla

La difusión de imágenes morbosas desata ira colectiva.

Imágenes morbosas del cuerpo acuchillado de la joven Ingrid Escamilla en Ciudad de México llegaron a las primeras páginas de algunos diarios esta semana y la ira volvió a estallar. La gran mayoría de los colectivos de mujeres contra la violencia consideró una falta de respeto y revictimización de la mujer asesinada. Las agrupaciones feministas volvieron a gritar contra filtraciones que permitieron la divulgación al grito de “México femicida” y “Nos están matando”.
 

Pintadas. Las manifestantes pintaron consignas en el palacio presidencial mejicano al grito de “Ni una más”. (AP)