El senador Bernie Sanders lideraba con amplia ventaja en las primarias demócratas de Nevada, de acuerdo con un recuento preliminar difundido por la cadena estadounidense NBC.
Según ese reporte, Sanders conseguía en el inicio del conteo un respaldo del 34%, contra el 17% del exvicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Detrás aparecían el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, con el 15 por ciento y la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren, con el 14%.
Nevada pone en juego 36 delegados para la Convención Nacional del Partido Demócrata y es un estado en el que por primera vez tendrá peso el voto de las minorías, principalmente la latina, que desde el principio se preveía decisiva para determinar al vencedor.
“Nevada representa una oportunidad para que los candidatos demuestren su apoyo en una franja más amplia de nuestro país”, dijo el fiscal federal del estado, Aaron Ford, un demócrata que no respalda a ningún aspirante.
A diferencia de Iowa y New Hampshire, los dos estados en los que ya se celebraron primarias demócratas, la población de Nevada es más representativa de la realidad estadounidense: con 29% de latinos, 10% de afroamericanos y 9% de asiáticos.
La comunidad latina está llamada a ser la minoría de mayor número de Estados Unidos en las elecciones de noviembre, en las que podrían participar hasta 32 millones de personas de origen hispano, un 13,3% del total del electorado.
Y, dado que 62% de los latinos registrados como votantes se identifican como simpatizantes del Partido Demócrata, entre los retos de los precandidatos está precisamente darles motivos para sumarse a sus ambiciosas campañas.
El caucus de Nevada, que pone en juego 36 delegados para la Convención Nacional del Partido Demócrata, es la primera gran prueba de las primarias para tantear con datos empíricos hacia donde se inclina este relevante grupo social.