El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha reconocido que, al igual que los países “más desarrollados”, el país “no estaba preparado” para hacer frente a los desafíos que ha planteado la pandemia de la COVID-19.

“No estábamos preparados. Ningún país, ni siquiera los más desarrollados, estaba preparado para enfrentar la pandemia del coronavirus, como lo demuestra la evidente saturación de los sistemas de salud en países de alto nivel de desarrollo”, ha dicho el mandatario chileno.

“Chile tampoco estaba preparado”, ha reconocido Piñera durante un discurso televisado en la cadena pública. “Tenemos que ser humildes en reconocerlo. Frente a las enormes dificultades que enfrentamos, todos hemos hecho un esfuerzo gigantesco”, ha dicho.

Chile registró su primer caso del nuevo coronavirus el pasado 3 de marzo y desde entonces ya hay más de 46.000 contagios y casi 500 fallecidos, después de varios días sumando diariamente más de 2.500 positivos y batiendo récord de personas fallecidas.

Las recientes palabras de Piñera contrastan con las declaraciones que en los últimos dos meses ha estado realizando en relación a la capacidad del país para hacer frente a la pandemia, que ya ha afectado a más de 4,8 millones de personas en todo el mundo.

Varias han sido las ocasiones, tal y como se han encargado de recordar medios locales, en las que Piñera ha destacado las capacidades de Chile para hacer frente a la crisis sanitaria, llegando incluso a decir estar mejor preparados que Italia o que ya se habían tomado “todas las medidas preventivas para enfrentar con éxito” al virus.

A diferencia de otros países, el Gobierno de Chile no ha decretado una cuarentena total en todo el territorio, sino por comunas, la gran mayoría de ellas en la muy poblada Región Metropolitana de Santiago. Unas 7,7 millones de personas, menos de la mitad del total de la población, está sujeta a estas restricciones.

En las últimas horas se han producido disturbios en muchas de estas localidades, pese a que en las últimas semanas las autoridades anunciaran un despliegue de unas 140.000 efectivos militares y de los distintos cuerpos de Policía para reforzar la seguridad en la capital y asegurar que se cumplían las medidas decretadas por el Gobierno.

Los enfrentamientos con Carabineros han tenido lugar en algunas de las 38 comunas de la Región Metropolitana que permanecen sujetas a la “cuarentena total”, lo que supone el 90 por ciento de la población total de la misma, y cuyos vecinos han estado protestando en los últimos días por la falta de apoyo y alimentos.

Por su parte, el Gobierno ya anunció el domingo que se repartirán 2,5 millones lotes de comida entre las familias más vulnerables del país debido a la pandemia y a las medidas de restricción de movimientos que impiden retomar sus trabajos.

(AP/Archivo).