Las consecuencias inmediatas del aislamiento social en el arte fueron el desconcierto y la incertidumbre. Y aunque esas sensaciones continúan, la necesidad de buscarle la vuelta produjo propuestas de las más ocurrentes y originales.

En el caso de Lucre Ortiz, la cantante y pianista afincada hace años en Unquillo, recurrió a la unión de una necesidad de la cuarentena como es el furor por el delivery con su pasión por los boleros. “Se me ocurrió como una manera de seguir en contacto con el público, sobre todo cuando tomé consciencia de que no vamos a volver a los escenarios por mucho tiempo, ya que es algo totalmente indefinido”, comienza. 

“¿Y ahora? ¿De qué me disfrazo?”, se preguntó la artista que hace unos meses había trabajado contrarreloj como curadora del Griego Mujeres. El festival finalmente fue suspendido en esos días de pocas certezas, justo antes de decretarse el aislamiento. 

Ortiz cuenta que veía a muchos colegas dar conciertos online o encarar propuestas muy conmovedoras. “Una amiga, Vero Marjvein, toca en el patio interno en común de su edificio en Buenos Aires y hace serenatas hermosas a sus vecinos. Otros amigos, Olivia y Jerónimo, desde Palermo se suben a su terraza y desde ahí dan un concierto de tango. Lo mismo hacen aquí en Alberdi Guada Gómez y su compañero. A mí se me complica porque no tengo buena conectividad, ni terraza ni vecinos tan pegados como para que se acerquen a la tranquera”, cuenta sobre su realidad en Sierras chicas. 

Aunque dice que no es buena para las selfies y tampoco le sale “eso de sacarse fotos mientras cocina”, el fuerte de Lucre es la comunicación con el público. “Por eso preferí entrar en un juego con los seguidores y así darme ganas, mantenerme activa y creativa  con algo que impulsa a tocar y cantar”, explica.

Así nació el delivery de boleros, un género que es una de sus especialidades desde siempre para la excantante de Ninfas. “Hola, sí, acá el delivery de boleros. Haga su pedido y se lo mando por WhatsApp”, decía en el primer y desopilante video que publicó hace algunas semanas en sus redes, en el que discaba un teléfono fijo típico de la década de 1990 con el logo Entel y todo. 

De tanto en tanto, va publicando algunos de esos boleros un poco más producidos como material audiovisual en sus redes. El primero fue Piel canela de Bobby Capó con su recordado estribillo (“Me gustas tú y tú y tú”) y luego llegó Tu sí sabes quererme de Natalia Lafourcade.

“La verdad, muy contenta por los mensajes de cariño y de sentir que a muchas personas les llega nuestra música. En un momento de angustia, de cansancio, de aburrimiento, con un tema podés viajar a otras emociones para sentirte mejor”, expresa.

Bolero en equipoLa última publicación fue un trabajo colectivo, ya que contó con varios de los integrantes de su banda como invitados, cada uno desde sus casas. “Está dedicado a mi amigazo Emilio Pasquini, uno de los mejores bajistas de Córdoba que me pidió un clásico: La gloria eres tú“, dice sobre la canción que compuso el cubano José Antonio Méndez, pero popularizado a gran escala por Luis Miguel con su disco Romance, de 1997.

En el video participan Diego Tercel, Caro Carbone, Verónica Guevara y “la Negra” Lorena Gómez. “La edición estuvo a cargo de Pablo Gorostiaga, siempre al pie del cañón”, cuenta Lucre sobre su compañero de la vida. Además, agrega: “Tengo una lista hermosa de pedidos, de hecho algunos no los conozco, así que estoy súper entretenida aprendiendo nuevos boleros, jugando a abrir un poco los rincones de mi casa y montarlos para hacer un lindo video”.

Lo que vieneOtra tarea que la mantiene ocupada a Ortiz es la edición de su nuevo videoclip, filmado en febrero en la mágica Casa del águila de Cabana y para el que recurrió a una campaña de financiamiento colectivo. “Es para el tema A la hoguera, un laburo hermoso. Fue una superproducción de 30 personas en rodaje. Estoy bastante ansiosa con eso”, describe. 

La artista será además protagonista de un nuevo ciclo titulado “Cuarentenials”, que hará foco principalmente en mujeres músicas y disidencias. “Es una idea impulsada por Lorena Gomez y Vero Guevara que ante la situación actual y la precarización laboral en la que se encuentran, deciden habitar la incomodidad para enfrentar el desafío constante de adaptación que representa este momento para seguir expresando y compartiendo su arte”, adelanta Ortiz.

“Somos conscientes que las herramientas digitales intentan reproducir lo más cercano que se pueda a la realidad, aunque sabemos que de todas maneras no logran capturar la esencia de la interacción y transmisión entre el artista y el público. Por eso el ciclo se irá desarrollando en formato de performance audiovisual a través de videos  que quedarán registrados como trabajo final de material de difusión”, cierra.

Lucre Ortiz le busca la vuelta para seguir conectada con el público. Foto: gentileza de la artista.