Netflix suma a su plataforma el viernes una película escrita y protagonizada por Will Ferrell, Festival de la canción de Eurovisión: La historia de Fire Saga. El estreno es una gran noticia para los fanáticos del comediante, que son muchos, incluso cuando no se trate de lo mejor de su filmografía.
Lars y Sigrit (Rachel McAdams) son dos músicos islandeses desconocidos que, luego de una sucesión de hechos desafortunados y afortunados a la vez, terminan representado a su país en Eurovisión con su proyecto Fire Saga. Aunque ambos se toman muy en serio su trabajo, el resto no los ve de la misma manera.
Son dulces e ingenuos en partes iguales. Mientras que Lars quiere desesperadamente llegar a ganar el concurso y demostrarle a su padre que no es un perdedor, Sigrit está fascinada por su compañero y sólo espera que él la corresponda en su amor.
La película, que VOS pudo ver antes de su estreno, es una comedia que no hace reír todo lo que uno esperaría. Cuando el humor aparece, cumple su objetivo, pero hay demasiados baches en el medio que dejan la impresión de que le sobran algunos minutos.
Un acierto de La historia de Fire Saga es cómo muestra el recorrido de Lars y Sigrit en las diferentes etapas de Eurovisión y el tono que encuentra el guion para mostrar el festival. Ferrell y Andrew Steele (coguionista) hacen una parodia del certamen pero al mismo tiempo un homenaje.
Desde 1956 este evento paraliza Europa cada vez que se emite, como el Super Bowl en Estados Unidos o la final del mundial de fútbol. Ya sea con mirada irónica o con real interés, llegado el día los espectadores prenden el televisor para ver qué país gana. En ese sentido, la película logra traducir la magnitud del evento.
La música es una pieza fundamental en el filme y los conocimientos de su director David Dobkin en el tema se traducen en las escenas musicales. La banda sonora es muy pegadiza, al punto de terminar tarareando las canciones cuando el filme concluye. Los temas tienen letras cursis, ridículas, y las presentaciones son recargadas y kitsch.
Los momentos musicales son los más desopilantes de la película, y el trabajo de los actores en ese sentido es crucial. Rachel McAdams, quien da vida a Sigrit, se luce en el registro cómico. También se destaca Dan Stevens (Downton Abbey), que sorprende en un rol impensado cuando se echa un vistazo a su filmografía más bien “seria”.
Will Ferrell hace un papel que le queda como anillo al dedo, y es desopilante, pero pareciera interpretado en piloto automático. Es más de lo mismo que le vimos hacer en pantalla muchas otras veces. ¿Es efectivo? Sin dudas. ¿Original? De ninguna manera.
Festival de la canción de Eurovisión: la historia de Fire Saga se termina pareciendo más a una comedia romántica que a una comedia pura y dura, donde los gags están a la orden del día.
Los seguidores de Ferrell no deberían dejar de verla, y quienes no suelen elegir sus películas quizá también encuentren un gancho en este título. Ya sea por su costado musical o por la historia al mejor estilo “nace una estrella” que propone.
Es probable que a la larga, los espectadores que más disfruten la historia sean los que cada año ven Eurovisión. Es una buena oportunidad para ser parte de un detrás de escena absurdo pero muy divertido de lo que ocurre en el certamen.