Sobraba pasión y escaseaban recursos. Los orígenes del Club Atlético San Lorenzo están asociados, como muchos otros, al entusiasmo de un grupo de chiquilines que soñaban con poder inscribir un equipo a competir en el ámbito de la Liga Cordobesa de Fútbol.

Con la ilusión en marcha y ya nueve décadas recorridas, el azulgrana cordobés recibirá este jueves, en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba, una resolución de beneplácito y felicitación por su aporte a la comunidad.

Cuna de grandes cracks, San Lorenzo vio la luz el 10 de junio de 1930, en una Nueva Córdoba aún con geografía de barrancas, tomando su nombre de la calle en cuyas adyacencias habían fijado su sede aquellos jóvenes footballers. La intersección de las calles San Lorenzo y Paraná, donde existía un pico público de agua, fue el escenario de la génesis de un club que pronto se haría popular en el sector y que rápidamente llegaría al círculo superior de la Liga Cordobesa.

Y el equipo de “los turcos” –por su ligazón y relación con los comerciantes de origen árabe de la zona– no sólo tuvo que luchar contra los avatares económicos, sino que también debió defender bravamente los colores azulgranas adoptados en homenaje a la entidad homónima de Almagro. Es que Lavalle, un tradicional club de San Vicente, tenía el mismo uniforme y la cuestión de la exclusividad de los colores se resolvían con partidos desafíos. Y como San Lorenzo salió vencedor, pudo conservar sus colores hasta el día de hoy, mientras que los sanvicentinos debieron cambiar al azul y amarillo que mantuvo hasta 1980, cuando se asoció a Palermo para forma el actual Unión San Vicente.

Protagonista de los torneos locales en sus distintas categorías, tuvo sus grandes campañas, como las que lo llevaron a obtener el Provincial de 1990, el Apertura del 2000 y el Anual de 2010, llegando a participar tres veces en el Torneo del Interior de AFA.

A 90 años de aquellos sueños deportivos, San Lorenzo celebra su aniversario en un contexto de adversidad, pero con la satisfacción de mantener intacta la llama que encendieron sus pioneros.

De festejo. Bien arriba el azul y rojo para celebrar los 90 años de San Lorenzo. (La Voz / Archivo)