Dos de cada 10 metalúrgicas de Córdoba tuvieron que paralizar totalmente su actividad durante la cuarentena por el virus Covid-19.

Este sector, si bien tuvo un mejor pasar que sus pares del área metropolitana de Buenos Aires (Amba), no la pasó tan bien como los metalúrgicos de Santa Fe. La incidencia del coronavirus en cada zona sumada al grado de dependencia que tienen con las terminales automotrices son los factores más importantes.

Los datos surgen de un relevamiento de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) en todo el país con datos de fines de mayo y de los primeros días de junio, según el cual 45 por ciento de las empresas registra caídas de 50 por ciento en sus niveles de producción respecto al momento previo a la cuarentena.

El estudio advierte que 18 por ciento de las metalúrgicas cordobesas paralizaron totalmente su actividad, mientras que en el Amba ese porcentaje llegó a 31 por ciento. 

En Córdoba, la mitad de las firmas registró caídas en la producción de hasta 50 por ciento, mientras que el 38 por ciento mostró bajas en las ventas de 50 por ciento o más en relación a los días previos al aislamiento.

Pero, comparada con Santa Fe, la situación fue más dura en Córdoba. Por ejemplo, sólo seis por ciento de las metalúrgicas de la vecina provincia registró caídas mayores al 60 por ciento en las ventas.

“Esto tiene que ver con dos factores. Uno es el impacto que tuvo en cada zona del país el Covid-19 y el otro es la dependencia del sector automotor”, aclara Eduardo Borri, presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y Componentes de Córdoba (Cimcc), entidad integrante de Adimra.

De las tres regiones del país donde es fuerte la industria metalúrgica, Buenos Aires es la zona donde más pegó el coronavirus; Córdoba muestra mejores indicadores, pero no tan buenos como los de Santa Fe. 

Pero, además, la actividad metalmecánica cordobesa está más influenciada por industria automotriz, con cuatro terminales (Renault, Nissan, FCA e Iveco). Por el contrario, en la vecina provincia tiene una mayor incidencia sectorial la fabricación de maquinaria agrícola, contra una sola terminal, la de General Motors. 

Cabe recordar que el patentamiento de vehículos 0 km en el país acumulado hasta mayo cayó por encima del 45 por ciento.

En cambio, las ventas de maquinaria agrícola entre enero y marzo bajaron entre cinco y ocho por ciento respecto a igual período de 2019 y en el acumulado hasta mayo, aun con la cuarentena, la baja se estiró a sólo 10 por ciento, según los datos de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (Afamac), entidad que espera mejorar en el segundo semestre e igualar las cifras del año pasado. 

El tercer gran mercado de las industrias metalúrgicas es la construcción, que también estuvo paralizada tanto en la obra pública como en la privada.

El estudio de Adimra advierte en este marco que sólo 41 por ciento las metalúrgicas cordobesas están en condiciones de pagar el medio aguinaldo en su totalidad en tiempo y forma. El resto necesita alguna ayuda oficial o pagarlo en cuotas.

“Va a depender de la situación de cada empresa. Las que están activas seguramente pagarán todo el aguinaldo; pero hay una cantidad importante que no lo está y seguro pactará con sus empleados hacerlo en dos a cuatro cuotas”, agrega Borri. 

Denuncia de despidos

Para Rubén Urbano, secretario general en Córdoba de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), durante la cuarentena se perdieron por lo menos 50 puestos de trabajo, la mayor parte contratos no renovados, algo que para el gremio no debería haber ocurrido por la prohibición de despidos fijada por el Gobierno nacional. 

“El problema es que el Ministerio de Trabajo de la Provincia sólo hace audiencias mediante videoconferencia; las soluciones se van estirando, los trabajadore se van cansando y terminan aceptando cualquier oferta”, explica Urbano.

Maquinaria agrícola. El agro permitió que la situación en la metalurgia en Córdoba fuera mejor que la del Amba. (La Voz/Archivo)