Hace más dos meses se decretó el comienzo de la cuarentena obligatoria y por esos días, el artista cordobés Dino Valentini estaba en Cruz del Eje visitando a su familia y amigos, por lo que el aislamiento lo encontró en su casa natal. 

Ante una búsqueda de espacios para habitar en medio del encierro, el artista subía al techo de su casa para despejar la mente. Fue ahí donde la inspiración surgió y decidió pintar un mural en aquel techo, lo que se convirtió en algo inédito en su carrera. “La idea surgió de la imposibilidad de poder seguir llevando mis obras tal como venía trabajando, y también de la necesidad de hacer y decir”, relata en diálogo con VOS

El mural cuenta con un trasfondo inspirado en la pandemia, en la imposibilidad de llevar adelante la vida tal como era conocida antes del virus y en este sentido Dino hace hincapié en la importancia de reflexionar sobre el rol que cada persona cumple dentro de este contexto. A partir de ahí nace el nombre de su obra: “Una órbita. Un discurso. Una norma. Un alojamiento”. 

“Para mí son las cuatro cosas esenciales que nos atraviesan en esta pandemia. Una órbita, que sí elegimos y en este caso es la pintura. Un discurso que también elegimos, que es el que cada uno se inventó o eligió para creer y para aguantar esto, es la forma que mejor podemos llevar esto. Una norma, que no elegimos y que es la que nos obliga a aceptar el encierro y todas las restricciones. Y un alojamiento, que no elegimos, que es el techo donde nos tocó encerrarnos”, explica.

Dino dice que no puede mantenerse inactivo, que siempre necesita estar creando, pintando y buscando lo que todavía no hizo, y un poco de eso tiene su obra. “Este mural es también para resignificar los espacios que habitamos, los techos, las casas, los encierros y los privilegios que tenemos. Pero por sobre todas las cosas, es por la necesidad de hacer lo que todavía no hice, de sentir lo que  todavía me falta, de conocer la novedad”, escribe en el texto que acompaña a la pintura.

En la misma línea, señala que la obra tiene diversas funciones. Sirve para conectar con otras especies, como los pájaros, quienes son los más privilegiados al momento de observar el mural. También es para transmutar lo negativo a partir del arte y para pensar en lo efímero de las cosas. “Este mural es para pensar en la finitud y en lo efímero de las cosas que tenemos, porque ahora no lo podemos ver y con el paso del tiempo y el clima en muy poco tiempo va desaparecer. Ahora se comporta como un fantasma, está actuando sin existir, sin que podamos verlo ni tocarlo”, recita.

Como la obra se va a dañar con el tiempo y con las lluvias, la idea del cordobés es ir registrando ese deterioro como parte del proceso artístico. En ese sentido, agrega que pintar el mural le llevó cinco días intensos. “Desde la mañana hasta la tarde. Hay que aprovechar toda la luz natural que se pueda, y también lo tenía que terminar en pocos días por si llegaba a llover”, sigue. Destaca que una de las ventajas para llevar adelante la obra fue que Cruz del Eje haya sido declarada zona blanca, lo que le posibilitó conseguir todas las herramientas que necesitaba. 

La situación de los artistas

El cimbronazo económico del sector también es parte de la pandemia y de la obra de Dino. Proyectos y trabajos suspendidos, museos, galerías y exposiciones cerradas son algunas de las situaciones que atraviesa. “Este contexto nos agarra mal a los artistas. Yo perdí bastante trabajo, muchos proyectos que tuve que suspender y ya estaban en agenda”, dice.

“Disminuyó todo: el trabajo, la circulación de obras de arte, las galerías no están abiertas, los museos tampoco, no se puede hacer intervenciones de calles, no se puede pintar afuera, no se puede dar clases. Está difícil”, sentencia.

La incertidumbre y el cómo seguir “post pandemia” también es una preocupación que se aloja en Dino y en los artistas en general: “Está difícil pensar cómo vamos a tener que adaptarnos para poder seguir haciendo arte. Estos meses son de mucha reflexión, de incertidumbre y de enojo”, pero señala que ya hay un colectivo de artistas intentando articular algunas soluciones para sobrellevar la situación, que como a muchos otros sectores, golpea y fuerte.

Registro. Dino aprovechó que su ciudad era “zona blanca” para contactar a un profesional para el registro de una obra de tal magnitud. (Foto: Juan Cruz Rivero)
El mural “Una órbita. Un discurso. Una norma. Un alojamiento” finalizado. (Foto: Juan Cruz Rivero)
(Foto: Juan Cruz Rivero)
Registro. Dino aprovechó que su ciudad era “zona blanca” para contactar a un profesional para el registro de una obra de tal magnitud. (Foto: Juan Cruz Rivero)
Una vista aérea del mural ya terminado. (Foto: Juan Cruz Rivero)
(Foto: Juan Cruz Rivero)