A casi seis años de la implementación de alcoholemia cero en las rutas cordobesas, la Municipalidad de Córdoba se sumará a esta normativa y desde marzo se tratará en el Concejo Deliberante un proyecto que fija una graduación de 0 gramos por litro de sangre. De esta forma, se convertirá en la primera gran ciudad de la Argentina en prohibir cualquier grado de alcohol en un conductor.
La propuesta avalada por el gobierno del intendente Martín Llaryora ya ingresó a comisiones en el Concejo Deliberante y cuenta con un primer aval de las bancadas opositoras para que se abra el debate. Será una de las primeras iniciativas que el oficialismo buscará aprobar en las sesiones ordinarias de marzo próximo, con el acompañamiento de todo el cuerpo legislativo.
“Nosotros promovimos un proyecto de ordenanza que tiene que ver con la alcoholemia cero. Y lo firmaron todos los bloques, pasó a comisión el mismo día que se votó el traspaso del agua, por lo que la idea es que lo saquemos en las primeras sesiones de marzo”, adelantó a La Voz el viceintendente de Córdoba, Daniel Passerini, quien se puso al frente de esta propuesta que, dijo, apuesta a la “salud pública”.
La iniciativa, en sintonía con los controles que la Policía Caminera realiza desde junio de 2014, introduce modificaciones a la ordenanza 10.216, que desde el año 2000 fija que en la ciudad de Córdoba los conductores que sean sometidos a test de alcoholemia tendrán un máximo permitido en sangre de 0,4 gramos por litro. De ahí que durante estos años los automovilistas tienen ese “permitido” dentro del ejido cordobés, mientras que en las rutas rige la tolerancia cero.
Sin embargo, con los cambios realizados en los artículos de esta normativa municipal, los automovilistas se verán impedidos de beber alcohol en forma total; además, se aplicarán sanciones más duras para quienes incumplan la ordenanza, como la inhabilitación para conducir.
Las penalidades irán en aumento, de acuerdo con la mayor presencia de alcohol en el conductor. Con el nuevo esquema propuesto, las multas se actualizarán con el Código de Convivencia Municipal, por lo que –según la gravedad del caso– arrancarán desde 9.494 pesos y podrían alcanzar un monto que superaría los 60 mil pesos, además del retiro definitivo de la licencia.
En el artículo 7 de este proyecto, se plantea modificar el punto 124 del Código de Convivencia Municipal (12.468) para fijar sanciones pecuniarias más severas en caso de que se constatara mayor presencia de alcohol.
Una lata de cerveza, multa
En el proyecto se fija una tabla de acuerdo con la graduación y el impacto que tendrá en las sanciones en el automovilista que esté en falta. Por ejemplo, se establece que “si el conductor tuviera una graduación de alcohol en sangre de más de 0 g/l a 0,8 g/l, la multa será de 20 a 50 Unidades Económicas Municipales (UEM), y será inhabilitado para conducir por un plazo de 15 a 45 días”.
Este caso representa la sanción mínima, aunque el conductor deberá tener en cuenta que beber una lata de cerveza chica o un vaso de vino le implicará tener 0, 4 gramos de alcohol por litro en sangre. Por lo que, además de una sanción de más de nueve mil pesos, en adelante podrá recibir la prohibición para conducir.
Sanciones económicas
Cada UEM, que según el Código de Convivencia Municipal equivale al valor de ocho litros de nafta súper en YPF, tiene hoy un costo de 474,72 pesos en Córdoba capital. Por lo que si se aplicara la multa mínima mencionada (de 20 a 50 UEM), un automovilista deberá pagar desde 9.494,40 pesos hasta 23.736, siempre que no haya superado los 0,8 gramos en sangre.
Además, no podrá desentenderse del tema sólo con la falta, ya que se le impedirá conducir por un período de entre 15 y 45 días.
Si el consumo del automovilista es mayor, de 0,8 a 1,2 gramos de alcohol por litro en sangre, la multa será de 30 a 60 UEM; es decir, una sanción aplicable desde 14.241,60 hasta 28.483,20 pesos; y la inhabilitación para manejar irá desde 20 días hasta dos meses.
En caso de que el alcohol en sangre sea de 1,2 gramos hasta 1,6, la falta por pagar será desde 40 hasta 80 UEM; o sea, desde 18.988,80 pesos hasta 37.977,60 pesos. Y en este caso, el conductor tendrá prohibido manejar por un lapso de entre uno y tres meses.
Varios vasos
Si quien maneja tuviera una graduación de alcohol en sangre de 1,6 gramos a 2 gramos, le correspondería una multa de entre 50 y 100 UEM (o sea, desde 23.736 pesos y hasta 47.472 pesos), y podría quedar impedido de manejar por hasta cuatro meses. Ahora, si el automovilista alcanza los 2 gramos de alcohol en sangre, se le aplicará la máxima sanción: de 80 a 130 UEM, lo que representará una sanción gravísima que irá desde 18.988,80 hasta 61.713,60 pesos, junto con el retiro del permiso para manejar en la ciudad de Córdoba por dos años.
Por no respetar el control
Este proyecto sostiene algunos apartados vigentes del Código de Convivencia Municipal. Por ejemplo, el conductor que se niegue al control municipal “será pasible de la mayor sanción prevista para esta infracción”; esto es, una multa de más de 60 mil pesos, previa advertencia del inspector de la Policía de Tránsito municipal a cargo del operativo. Y si se tratara de un conductor de un taxi, de un remise o del transporte urbano de pasajeros, pesará sobre este la multa y la prohibición para manejar, que se duplicará.
Estos dos puntos están en plena aplicación en los mismos controles de alcoholemia que hoy realiza la Municipalidad de Córdoba.
También se sostendrá con los cambios que se avecinan el inciso que hace referencia a los casos de menores alcoholizados que manejen, ya que los pagos de la sanción alcanzarán a sus padres o tutores.
Como una segunda etapa, a este debate que Llaryora buscará tener listo en marzo se sumará la adhesión a la ley provincial 10.181, que estableció el programa Alcoholemia Cero y que, además, creó la figura del Conductor Designado, que se buscará replicar en la ciudad de Córdoba.
Miradas diferentes sobre bajar a cero la tolerancia en la ciudad
El secretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba, Ariel Aleksandroff, defendió el proyecto que busca instalar la alcoholemia cero en la Capital provincial. “El consumo de alcohol es un problema de salud creciente en la salud pública, que causa lesiones y muertes. Nos parece importante instalar esta medida para prevenir las muertes evitables”.
El funcionario explicó que, aunque no es la única causa, el consumo de alcohol es uno de los motivos más importantes de muertes por accidentes de tránsito. “Desde nuestra función, apoyamos todo tipo de medidas que ayuden a detener este flagelo”, indicó.
En 2019 bajaron las muertes por accidentes de tránsito, resaltó Aleksandroff. Y eso, en parte, se debe a la implementación de la alcoholemia cero en las rutas y autopistas de la provincia. Un paso más ahora se dará en la capital provincial, en caso de que se apruebe el proyecto.
“Más allá de los porcentajes y de las medidas que implemente cada jurisdicción, acá lo importante es promover el bienestar y la salud de la población. El mensaje es claro: ‘Si bebe, no conduzca’”, agregó.
A su vez, Ricardo Pautassi, investigador del Conicet, consideró que la medida es “adecuada”. “Una persona que consume alcohol tiende a no respetar las indicaciones, como los semáforos, la velocidad y el carril”, indicó Pautassi, quien realizó junto con Angelina Pilatti un estudio sobre el tema (ver Desvíos, choques y…).
Por su parte, Daniel Gómez, jefe de toxicología del Hospital de Urgencias, indicó que la medida conocida como “alcoholismo cero” es efectiva en rutas y autopistas. Pero sostuvo que no sería necesaria en la ciudad, donde alcanza con garantizar un límite de entre 0,4 y 0,5 por ciento de alcohol en sangre.
“Solicitar alcoholismo cero en la ruta es una medida muy positiva porque una persona circula a altas velocidades y durante un tiempo prolongado. Entonces, si bebió una copa de vino o una lata de cerveza, se pueden alterar algunas capacidades de respuesta y de equilibrio. Además, se puede cansar más porque el alcohol actúa como depresor”, indicó el especialista.
Sin embargo, en la ciudad, la medida no sería necesaria si el conductor se desplaza a baja velocidad y por un tramo corto. En este caso, alcanza con que no supere el 0,5 por ciento de alcohol en sangre
“Es un abuso solicitar la alcoholemia cero en la ciudad porque un vaso de vino no alterará el manejo si no se circula a alta velocidad. La actividad social seguro que se verá resentida”, finalizó.
Un debate que también alcanza a otras ciudades
Rosario y Buenos Aires aún no cuentan con una norma.
Santa Fe. Es una de las ciudades más grandes del interior del país que ha avanzado en tolerancia cero a la hora de la conducción. El proyecto fue aprobado en agosto de 2019 y antes de que termine febrero entraría en vigencia.
Rosario. Desde el municipio, expresaron nuevamente en enero el interés de pasar de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre a 0. El tema generó interés y se abordó con el Gobierno provincial.
Capital Federal. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires elevó en enero pasado un proyecto a la Legislatura porteña para la alcoholemia cero.