La fábrica de camiones Iveco ha puesto todas sus fichas a agosto, como el mes en el que volverá a fabricar camiones en su planta de Córdoba. 

“CNH Industrial informa que se están realizando todos los esfuerzos para retomar durante el mes de agosto la producción de camiones Iveco en el Polo Industrial de Ferreyra”, informó la compañía ante una consulta realizada por La Voz.

De esta manera, será la última terminal automotriz en Córdoba en volver a la actividad. Pero a diferencia del resto, no por el levantamiento de la cuarentena, sino por la crisis que viene afectando a la marca.

Iveco suspendió sus actividades productivas el 15 de noviembre pasado, con la intención de no fabricar por cinco meses. 

Por ahora, no ha dado a conocer públicamente una fecha determinada. Pero, si arranca a mediados de agosto, la planta habrán cumplido nueve meses sin fabricar camiones.

Hay que aclarar que están en actividad las otras dos fábricas que tiene el grupo CNH Industrial en el complejo de Ferreyra, la fabricante de tractores y cosechadoras Case y New Holland, y la productora de motores FPT Industrial.

“Es una gran noticia, porque es una planta que lleva muchos meses parada. Sumado al retorno de la fabricación de camionetas Nissan Frontier en Santa Isabel, son señales de recuperación muy importantes para la industria metalmecánica”, resalta Ramón Ramírez, CEO de Maxion Montich.

Crisis de larga data

En Brasil, Iveco reactivó en mayo su fábrica brasileña en Siete Lagos, en Minas Gerais, luego de la cuarentena. Pero en Córdoba permanecerá cerrada por dos meses más por la profunda caída en ventas que arrastra desde mediados de 2018, cuando el mercado de camiones empezó a achicarse.

En noviembre del año pasado, había acumulado en planta entre 1.400 y 1.500 camiones, pero en el mercado tenía distribuído un volumen similar.

Según datos de la Asociación de Concesionarios Automotor de la República Argentina (Acara), en diciembre la compañía tenía 3.211 unidades, un stock suficiente como para sostener las ventas durante 17 meses, esto es casi un año y medio.

El mercado de camiones y buses empezó a caer con la crisis cambiaria de mayo de 2018, que elevó los costos de las unidades y redujo las inversiones de las empresas transportistas. Al cierre de 2019, este mercado cerró con una reducción de 44 por ciento. Pero en los primeros cinco meses de 2020, recortó esa baja a 34,8 por ciento.

Pero además, Iveco tiene grandes problemas de competitividad. En los últimos dos años, registró precios 10 a 20 por ciento más caros que los competidores que importan desde Brasil.

Desde que comenzaron los problemas hasta diciembre del año pasado, la planta de Ferreyra había reducido su personal de 700 a 500 personas, de los cuales 400 son operarios que están directamente ligados a la producción de camiones. 

La importancia de Iveco radica en que en Argentina sólo quedaron dos fábricas de camiones, de las cuales Iveco tiene un alto componente nacional, ya que Mercedes Benz importa las unidades desarmadas (en CKD) y las ensambla en el país.

Los productos de la planta de Ferreyra tienen partes provistos por 15 pymes metalúrgicas, entre los cuales suman 1.500 trabajadores más.

Durante la administración macrista, el gobierno nacional y la Provincia implementaron medidas que intentaron paliar la situación, con créditos para la compra de unidades nacionales, pero no dieron resultados. 

La actual gestión de Alberto Fernández, en tanto, recibió una propuesta de la Acara, la Asociación de Fábricas Automotores (Adefa) y el Smata, que propone créditos subsidiados. Pero hasta ahora, no ha dado respuestas a la propuesta.

Competitividad. Las unidades de Iveco Argentina tiene muchos problemas para competir con los camiones y buses provenientes de Brasil. (La Voz / Archivo)