Con su particular estilo descontracturado, el analista de mercados bursátiles, Claudio Zuchovicki, se paró delante de la audiencia que lo escuchaba durante la feria Expoagro y preguntó: “Si hoy les dan un bono de 100 mil dólares, ¿qué harían? ¿Y si fuera un millón de pesos?”.
La respuesta mayoritaria a la primera pregunta fue que “guardarían” los billetes verdes. A la segunda, algo muy distinto pero que termina siendo similar: “convertirían” la moneda local en estadounidense.
Para Zuchovicki, este comportamiento es un principio de explicación a los problemas crónicos que sufre la Argentina. “Hay una frase que dice: ‘Ahorrá en la moneda de los países en los que te irías a vivir, porque son en los que ves futuro’. La economía perdió algo básico: la confianza y la expectativa sobre el futuro”, remarcó.
Este panorama afecta a lo que el experto consideró la clave para que Argentina abandone el estancamiento y las continuas recesiones: que la inversión sea superior al consumo.
“Seducir a la inversión es el debate principal que hay que generar en la Argentina. Y es algo que va más allá de las palabras y que no es sólo para los de afuera: los propios argentinos no invierten acá, tienen más plata afuera que adentro. El problema es que somos buenos para especular, pero muy malos para la generación de valor a largo plazo”, continuó.
Inversiones
Pero es esta costumbre de vivir en una economía especulativa lo que motoriza una oportunidad, en medio de la crisis mundial que ha generado la pandemia del coronavirus y que tuvo fuerte impacto en los mercados bursátiles.
En la misma charla, Alejandro Chapto, director de Burplaza, mostró un gráfico con la evolución histórica del índice Merval: su nivel actual está cerca de los mínimos históricos de 2008 (crisis hipotecaria de Estados Unidos) y de 2001 (crisis económica argentina). Luego de estos períodos, las acciones siempre repuntaron con fuerza.
A nivel global, ha sucedido lo mismo, según Zuchovicki. Recordó, por ejemplo, que durante la expansión de la gripe aviar “los mercados también cayeron más de 15 por ciento y después rebotaron con mucha fuerza”.
Por eso, no dudó: “Esto será una anécdota en tres o cuatro meses. Mientras siga la incertidumbre, Argentina es una linda oportunidad de rebote, no para invertir a largo plazo”.
Según su mirada, la reacción de los mercados fue “exagerada” y eso se debe a que 75 por ciento de las operaciones hoy se manejan por algoritmos y observan, por ejemplo, lo que comunican y comentan las redes sociales.
“La tecnología acelera las dinámicas. Durante la gripe aviar, no existía WhatsApp ni los presidentes comunicaban por Twitter. Hoy en los mercados gran parte de las decisiones las toman algoritmos y eso hiperpotencia las reacciones, como estas del mercado que son violentas”, agregó.
Por eso, insistió en que “los mercados van a rebotar”, pero recomendó mantener la mayoría de las inversiones en instrumentos seguros.
“Yo aconsejo 80/20: 80 por ciento con riesgo cero, como por ejemplo bonos del tesoro de Estados Unidos; y 20 por ciento en moto a 200 kilómetros por hora, que serían las acciones. Si te va mal con 20 por ciento, el 80 restante mantiene el poder adquisitivo”, resumió.
Deuda
Otro aspecto que consideró positivo es que la situación generada por el coronavirus, al afectar la economía a nivel global, favorece la renegociación de la deuda argentina.
“El mundo cayó y eso es bueno para nosotros. No creo que haya un arreglo amistoso, pero también descarto un default. Van a terminar acordando pero con una discusión muy fuerte”, fue el pronóstico de Zuchovicki.
Lo importante para un inversor o una empresa, bajo este panorama, es que al retirarse el Estado de la oferta pública de títulos, la tasa de interés que cobran bancos y las opciones de financiamiento bursátiles debería empezar a bajar.
“El Estado se estaba llevando el 80 por ciento del ahorro. Ahora, van a necesitar colocar el dinero en algún lado y las empresas que soportaron la crisis de 2019 son menos riesgosas que hace un año”, evaluó.