El índice de producción industrial manufacturero que publicó el Indec reflejó que la industria redondeó en 2019 una caída del 6,4 por ciento respecto de 2018.

Sin embargo, un dato llamativo del informe fue que en diciembre, y luego de 19 meses de caídas consecutivas, la producción manufacturera subió 1,2 por ciento interanual.

¿Quiebre de tendencia? Esa fue la consulta realizada por La Voz a referentes locales del sector. Las respuestas tienen matices según el rubro, pero hay cierta coincidencia en que lo que se registró fueron ciertas señales de “alivio” sobre fin de año. Claro está, son muy incipientes aún y, subrayan los industriales, la actividad está en niveles tan bajos que “una gota de agua” que reciba implica una mejora.

Todos, además, aclaran: lograr una recuperación genuina del nivel de actividad requiere que se terminen de acomodar las condiciones macroeconómicas y que, tras eso, aparezcan políticas de incentivo directo a la producción. Falta.

En definitiva, prima la cautela y no hay certezas sobre un quiebre de tendencia para salir de la recesión.

“La tasa de interés va directo al nivel de actividad de la industria y los niveles de gran parte de 2019 fueron destructivos para la actividad. En los dos últimos meses, hay una tendencia de las tasas a la baja y eso seguro tiene que ver con esta pequeña mejora, porque impacta de manera inmediata. Es un alivio que comienza a sentirse, aunque muy incipiente”, opinó Marcelo Uribarren, presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).

La disminución paulatina de las tasas –aún en niveles altos– comenzó con la aplicación del cepo sobre el dólar. Y desde el 10 de diciembre, la actual conducción del Banco Central recortó sucesivamente la tasa de referencia de política monetaria, bajándola del 63 al 48 por ciento actual.

Uribarren señaló que hay empresas a las que distintos bancos ya ofrecen tasas del 30 por ciento para compra de valores y del 35 o el 33 por ciento para capital de trabajo. “Empiezan a aparecer niveles inferiores al 40 por ciento, cuando hace muy poco eran del 60 o el 70 por ciento”, apuntó.

Soledad Milajer, presidenta de la Cámara de la Madera, el Mueble y Equipamiento de Córdoba, coincidió en que apareció una oferta de tasas más razonables, pero que está muy acotada a casos de “reciprocidad”. Los bancos las ofrecen de manera puntual a firmas con las que tienen convenios de acreditación de sueldos.

“El Banco Provincia de Buenos Aires (Bapro) lanzó una línea a 28 por ciento, pero en Córdoba no hay nada así bajado de manera general, sobre todo para financiamiento de capital de trabajo. La gran mayoría de las empresas siguen sin acceso a financiamiento razonable”, dijo.

Milajer añadió que, luego de meses de profundas caídas, “en diciembre hubo alguna mejora, producto del fin de la incertidumbre política, de algunos consumos estacionales y de la permanencia de planes de cuotas como el Ahora 12. “Igual, las pymes necesitamos con urgencia medidas de incentivo a la producción que aún no se sienten ”, indicó.

Eduardo Borri, de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba, apuntó: “En las últimas semanas se anunciaron líneas de capital de trabajo y descuento de cheques a tasas en torno al 30 por ciento. Bapro y Credicoop, entre otros. Es importante que se sumen más entidades”. Otro factor de “alivio” que se siente, coincidieron Uribarren y Milajer, es el impacto de la moratoria lanzada por la Afip, junto con medidas como el cese de embargos.

Automotrices

La producción nacional de vehículos tuvo en enero una suba interanual de 39,7 por ciento (42,4 respecto de diciembre). El “salto” respecto de un piso malísimo (enero de 2019) estuvo impulsado por las exportaciones. La Cámara de Metalúrgicos aclaró que esa mayor producción no se sintió en la metalmecánica cordobesa.

Autos. En enero, la producción subió 39,7%. (Javier Ferreyra / Archivo)
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