El parate de la actividad económica producto de la emergencia sanitaria que se vive por la pandemia del Covid-19 tensionó la relación entre las empresas y los trabajadores, por la posibilidad de despidos e incluso hasta de recortes salariales.

El Gobierno nacional, mientras pone en marcha medidas crediticias para aliviar a las empresas, gestiona las tensiones con un discurso que va desde el “llamado a la solidaridad” a los empresarios para que no despidan hasta la calificación de “miserables” a quienes ya lo hicieron.

Ayer, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en el conflicto de Techint Construcciones, en el que 1.450 operarios pasaron de depender de la empresa a un fondo de desempleo del sindicato Uocra. En paralelo, desde los sindicatos crece la presión para que el presidente Alberto Fernández dicte una norma que prohíba los despidos y suspensiones mientras dure la emergencia sanitaria. Mientras tanto, sigue en pie la doble indemnización hasta el 30 de junio.

“No podemos permitir despidos ni suspensiones por causas de fuerza mayor. Cuidemos a nuestros trabajadores”, reclamó el domingo Héctor Daer, cosecretario de la CGT. Esa misma noche, Daer se comunicó con Fernández. Y ayer se multiplicaron las voces en este sentido.

Pablo Moyano, del sindicato de Camioneros, dijo que alguna medida debería tomar el Gobierno para que no haya despidos. “En otros países están sacando decretos para suspender despidos por lo menos hasta que dure esta pandemia”, dijo en declaraciones radiales.

El secretario general del gremio de Alimentación, Rodolfo Daer, confirmó que la CGT le propuso a Fernández que impulsara una norma para que no hubiera “suspensiones ni despidos” mientras dure la pandemia por el coronavirus.

En paralelo, gremios y la Unión Industrial Argentina le pidieron al Gobierno que ampliara la excepcionalidad laboral a más sectores que los comprendidos por el decreto presidencial, que alcanza a una veintena de ramas.

Un gris legal complejo

Consultada por este diario, la abogada laboralista María Paula Lozano dijo que “el Estado debe dictar una norma que prohíba despidos y suspensiones mientras dura la emergencia económica”, si es que quiere evitar de raíz que haya cesantías.

La abogada agregó que hay empresas que no están entre las exceptuadas para continuar con sus actividades y que “convocan a trabajar a su personal”. En los hechos, los DNU que dicta el Gobierno no impiden el despido y sólo se apuesta a la “buena fe”.

“El empleado termina yendo a trabajar por miedo a ser despedido en vez de quedarse en su casa para cumplir con el aislamiento social obligatorio, una medida que tiene una finalidad de salud pública”, dijo Lozano. El DNU 297 dice expresamente que durante la cuarentena obligatoria el trabajador debe cobrar su salario con normalidad, apuntó Lozano, secretaria general de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas.

Buena fe y posible cambio

Fernández fue enfático. “Tanta plata has ganado a lo largo de tu vida; tenés una fortuna que te pone entre los más millonarios del mundo; hermano, ¡esta vez colaborá!”, dijo en referencia a Paolo Rocca, dueño de Techint.

No estaba claro ayer si el Gobierno echará mano a algún instrumento legal para evitar más despidos. Sí se supo que avanzará en una derogación de la resolución 219 del Ministerio de Trabajo dictada el 20 de marzo, que es la que contemplaba beneficios en las contribuciones patronales.

Marcelo Rodríguez, experto tributario, dijo a este diario que esa medida sería “un escándalo”, porque la mayoría de las empresas ya liquidaron los salarios de marzo, de acuerdo con los beneficios que habían sido anunciados.

La resolución 219 establece una diferencia entre los trabajadores que trabajan en la cuarentena y aquellos que no lo hacen. Sobre estos últimos no había que pagar contribuciones a la seguridad social, lo que generaba un alivio parcial. Ahora, con el cambio, todo lo que se paga al trabajador pasará a ser retributivo, por lo que el empleador debe pagar más.

Un caso testigo

Techint es sólo un caso testigo. La crisis cruza a las grandes empresas, pero sobre todo a los negocios de barrio. Héctor Daer, al respecto, sostuvo que es “urgente suspender los artículos 221 y 247 de la Ley de Contrato de Trabajo –mientras dure la cuarentena– para proteger el empleo”.

Para despedir personal, las empresas se amparan en esos artículos que hablan de “razones de fuerza mayor”.

En el Gobierno cayeron muy mal las declaraciones de Miguel Ángel Toma, el dirigente peronista anti-K y actual director de Techint en representación de las acciones que la Anses tiene en la constructora.

Toma, nombrado por Mauricio Macri y a quien Fernández ya le pidió la renuncia, entiende que Techint se manejó dentro de la ley, por lo que “no es una polémica” ni tampoco caben “valoraciones morales” sobre las 1.450 cesantías.

“Si no se quiere que se eche a nadie, hay que modificar la ley (de Contrato de Trabajo) y se acabó la discusión”, dijo Toma.

Y explicó que los 1.450 trabajadores fueron “suspendidos” y que el convenio colectivo prevé que pasen a depender de un fondo de desempleo del sindicato.

Una vez reanudada la obra, “estas personas volverán a trabajar”, aseguró.

El Gobierno dispuso que los bancos otorguen créditos a las pymes a una tasa del 24 por ciento anual, que comprenda el monto por una nómina salarial de un mes. La rapidez con que se cumpla esta disposición marcará la suerte de muchas empresas en apuros.

Fernández: Parece que estamos controlando el virus

En una jornada en la cual habló en distintos medios, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, ayer se mostró optimista por los resultados de la cuarentena para combatir el coronavirus. “Los primeros resultados parecen decir que estamos controlando al virus”, aseguró.

El jefe del Estado realizó esta declaración en una transmisión en vivo por Instagram con puertorriqueño René Pérez Joglar, ex Calle 13, y ahora más conocido como “Residente”.

Alberto Fernández habló de todo con el cantante, pero uno de los temas centrales fue la pandemia del coronavirus.

“Fuimos los primeros en ordenar una cuarentena obligatoria y los resultados parecen ser buenos. Tenemos una pelea con un ejército invisible. Y uno no puede quedarse tranquilo. Pero los primeros resultados parecen decir que estamos controlando al virus. Muchos países de Europa dispusieron la cuarentena tardíamente. Pero nosotros lo estamos conteniendo”, argumentó el Presidente.

También se refirió a la relación del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Lo dijimos desde el primer día: No vamos a pagar la deuda a costa de los argentinos. Hicimos un plan para poder cumplir, pero no a costa de los argentinos. Las prioridades son la salud y la vida de los ciudadanos. Me puso muy contento escuchar a Kristalina Georgieva (presidenta del FMI), porque hizo una apelación parecida a la que hago yo. Es distinto cuando la apelación la realiza el presidente de un país emergente a que cuando la hace el FMI”, dijo y agregó: “De qué sirve acumular riqueza, si un virus te la destruye en 10 minutos”, concluyó el Presidente.

Anoche sonaron aplausos y cacerolas

Al tradicional saludo se sumó la protesta contra los políticos.

El ya tradicional aplauso masivo de todos los días a las 21, destinado a agradecer el esfuerzo de los equipos de salud en la lucha contra el virus, tuvo anoche un condimento especial.

Por redes sociales se convocó a un #RuidazoNacional para reclamar a los políticos que reduzcan sus sueldos. El cacerolazo se hizo sentir fuerte en algunos barrios de la ciudad de Buenos. En el centro de Córdoba también se escuchó el batir de las ollas.

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Con Residente. Fernández le dijo al músico René pérez que Argentina parece estar controlando el virus. (Instagram)