Harry de Inglaterra (35) y su esposa Meghan Markle (38) fueron fotografiados durante las últimas semanas repartiendo comida a familias de bajos recursos o personas con enfermedades graves en West Hollywood, en plena pandemia por el coronavirus.
Instalados en Estados Unidos junto a su hijo, y ya fuera de la familia real británica, los ex duques de Sussex se instalaron en un barrio privado de Los Ángeles.
Vestidos con ropa informal y resguardados con equipos de protección personal, Harry y Meghan fueron fotografiados trabajando como voluntarios del Project Angel Food, una ONG que Meghan conocía desde antes, publica este sábado ¡Hola!, en La Nación.
“Meghan sabía de nuestra ONG porque creció en esta zona y, además, su madre [Doria Ragland] es una de nuestras voluntarias. Ella fue quien les avisó que necesitábamos ayuda”, expresó a un portal norteamericano el director ejecutivo de la fundación, Richard Ayoub.
“Habían oído que nuestros repartidores estaban sobrepasados por tanto trabajo y nos dijeron que querían colaborar ellos mismos con su auto”, agregó Ayoub.
En honor a la Pascua, el duque y la duquesa pasaron la mañana del domingo 12 entregándoles la nuestros clientes y el miércoles 15 continuaron haciéndolo. Fue su manera de agradecerles a nuestros voluntarios, cocineros y staff que han estado trabajando sin cansancio desde que comenzó la crisis del Covid-19″, decía el texto que fue “colgado” en la cuenta oficial de Instagram de la fundación unos días más tarde.