El Gobierno de Milei bajo Fuego
La reciente aprobación de la controvertida Ley Bases en el Senado ha desencadenado no solo intensos debates dentro del recinto legislativo, sino también escenas de violencia y represión en las calles adyacentes al Congreso. Las fuerzas de seguridad, bajo el mando de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, llevaron a cabo un operativo que incluyó el uso de gases lacrimógenos, balas de goma y bastonazos contra los manifestantes que se congregaron para protestar contra la iniciativa del presidente Javier Milei.
Durante tres días consecutivos, los alrededores del Congreso fueron testigos de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Las fuerzas de seguridad avanzaron de manera agresiva para despejar la Avenida Rivadavia, empleando granadas de gas pimienta y carros hidrantes, en cumplimiento del protocolo antipiquetes del Ministerio de Seguridad . Estos operativos resultaron en al menos varias personas detenidas y varios heridos, aunque las cifras exactas aún no han sido confirmadas oficialmente
Organizaciones sociales y movimientos de izquierda, incluyendo el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), encabezaron la protesta. Denunciaron que las reformas impulsadas por la Ley Bases atacan los derechos de los trabajadores y las libertades democráticas. Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, criticó duramente el despliegue policial, calificándolo de desproporcionado y represivo
La diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, también salió a repudiar la represión, acusando a Bullrich de montar un espectáculo para desviar la atención del verdadero contenido de la ley. A través de sus redes sociales, el diputado Nicolás del Caño responsabilizó a la ministra de Seguridad por la violencia ejercida contra los manifestantes y exigió justicia para los agredidos
Por su parte, el dirigente social Juan Grabois llamó a una congregación pacífica en rechazo al operativo de seguridad, subrayando la necesidad de resistir de manera no violenta frente a lo que describió como un avasallamiento de la Constitución.
La aprobación de la Ley Bases no solo profundiza las divisiones políticas en el país, sino que también pone en evidencia las tácticas represivas del gobierno de Milei.