Estados Unidos superó este sábado, por segundo día consecutivo, su propio récord de nuevas infecciones de coronavirus, con más de 45 mil, y se mantiene como el país más afectado por la pandemia, con casi 2,5 millones de casos, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, mientras registra rebrotes en las regiones sur y oeste del país.
En las últimas 24 horas murieron 1.024 personas, con lo que la cifra total asciende a 125.434 decesos, de acuerdo a la base de datos de actualización permanente de esa universidad.
El balance provisional de fallecidos superó la marca más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100 mil y 240 mil muertes a causa de la pandemia.
Con un nuevo record de contagios, los casos detectados en las últimas 24 horas llegaron a 45.300 y ya suman más de 2,49 millones desde el inicio de la pandemia, más de un cuarto de los infectados a nivel mundial.
Los nuevos repuntes, que suman cerca de la mitad de los últimos casos reportados, se registraron en Florida, Texas, California y Arizona, aunque Nueva York continúa siendo el estado con mayor número de casos, con 391.220 y 31.342 fallecidos, una cifra sólo superada por Brasil, el Reino Unido e Italia.
California es el segundo estado por detrás de Nueva York con 202.072 infectados, y registra además 5.816 muertos, cifra superada también por Pensilvania con 6.579 y Michigan con 6.134.
El reciente incremento en California puede estar impulsado por una alza en los contagios de personas entre 18 y 49 años, mientras los mayores de 65 años representan ahora menos de 15% de las pruebas positivas, en línea con su proporción de la población, según el diario Los Angeles Times.
El gobernador californiano, Gavin Newsom, pidió a los ciudadanos que cumplan con el requisito de usar tapabocas pero no restableció ninguna de las restricciones que comenzó a flexibilizar a principios de mayo, subrayó el medio.
Distinto fue en Texas, donde el gobernador Gregg Abbott ordenó cerrar todos los bares y reducir a la mitad la capacidad de los restaurantes, para frenar la propagación del coronavirus ante el repunte de casos, divulgó el portal Dallas News.
La medida de cerrar los bares había sido ordenada por primera vez el 16 de marzo; un mes después se permitió la reapertura con 25% de su capacidad y desde el 3 de junio operaban al 50%.
La nueva disposición responde al aumento del índice de casos, que pasó de ser menor a 5% en mayo a 11.76% durante los últimos siete días, apuntó el periódico local, en un estado que contó con nuevas máximas, como los 496 casos reportados en Dallas el jueves pasado.
El estado de Florida registró este sábado también un nuevo récord con 9.585 casos y sumó 24 muertes, alcanzando desde el 1 de marzo un total de 132.545 infectados y 3.390 muertes.
En la última semana, el número superó los 33 mil casos y el aumento se adjudicó a la segunda fase que se inició este mes de la reapertura económica implementada en mayo.
La cifra de contagios fue en aumento: 8.942 ayer, 5.004 el jueves, 5.508 el miércoles, 3.286 el martes, 2.926 el lunes, 4.049 el sábado y 3.494 del domingo, según datos del Departamento de Salud estatal, y reflejó un incremento de los casos entre grupos más jóvenes con una edad media de 41 años, similar a lo ocurrido en California.
Como medida frente al repunte de infecciones, el estado también dio la primera marcha atrás en el proceso de reactivación económica, y prohibió ayer la venta de alcohol en bares, luego de que algunos casos tuvieran gran repercusión mediática.
El anuncio, realizado por el gobernador de Florida, Ron De Santis, apuntó a que los más jóvenes eviten espacios cerrados y con mucha gente, pero no incluyó a comercios como restaurantes y cafeterías, donde se puede seguir consumiendo alcohol.
Si bien el republicano De Santis no emitió una orden de usar barbijos para todo el estado, en muchos condados y ciudades ya es obligatorio y desde ayer, por ejemplo, en Miami son multados quienes no los lleven en lugares públicos.
Además, en Miami, foco principal de infectados con un total 31.562 casos y 947 muertes, se anunció el cierre de las playas y la prohibición de desfiles de más de 50 personas y reuniones del 3 al 7 de julio, con el fin de evitar la propagación del Covid-19 de cara a la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos, el sábado próximo.
“Cuando hay gente que no va a ser responsable y no se va a proteger a sí misma y a los demás de esta pandemia, el gobierno debe actuar y restablecer el sentido común para salvar vidas”, manifestó el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, según la agencia de noticias EFE.
Arizona superó durante la jornada los 70 mil contagios al sumar 3.591 nuevos casos en las últimas 24 horas, y registró 44 nuevas muertes, alcanzando un total de 1.579, según datos del Departamento de Salud estatal.
El gobernador Doug Ducey exhortó a la población a permanecer en sus hogares, aunque al igual que en California, no revisó su plan de reapertura de la economía local.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump incrementó las medidas de prevención para evitar contagiarse, aunque sigue rechazando el uso de máscara y el control de temperatura, según la televisora CNN.
Cada vez que Trump, de 76 años, está por visitar un lugar, la Casa Blanca envía un equipo sanitario para que se encargue de que cada baño que pueda visitar sea desinfectado a conciencia y revise el estado de salud de cualquier persona que vaya a tener contacto directo con el mandatario.
El propio Trump, que es conocido por su fobia a los gérmenes, le dijo a sus colaboradores, regularmente sometidos a testeos, que él no puede enfermarse y según CNN se enojó al enterarse que uno de los militares encargado de prepararle su comida se había contagiado.