Hace seis días, representantes de los gobiernos de Estados Unidos y de Rusia abrieron una serie de negociaciones en Viena. ¿La razón? La posibilidad de extender el acuerdo de control de armas nucleares.
Sin embargo, no se trató de una reunión más. La administración de Donald Trump busca incluir a China en el Nuevo Start, el tratado de reducción de armas estratégicas entre los dos protagonistas de la Guerra Fría, que fue firmado el 8 de abril de 2010 por los entonces presidentes Barack Obama y Dimitri Medvedev. Este acuerdo permite a Estados Unidos y a Rusia desplegar hasta 1.550 cabezas nucleares y reduce a la mitad la cantidad de lanzadores nucleares estratégicos.
Pero ¿por qué es importante un tratado nuclear? El experto en política exterior y seguridad internacional Juan Battaleme lo explicó así La Voz: “Este tipo de acuerdos de armas sirven porque dan estabilidad y certeza, además de mantener un número reducido de jugadores. Ya de por sí, el mundo nuclear-militar es reducido en cuanto a actores”.
Y agregó: “Un acuerdo es lo que te permite tener cierta estabilidad estratégica a nivel global. Una especie de reaseguro para todos los jugadores nucleares de que la situación no se va a desmadrar en un contexto en el que hay múltiples tecnologías que pueden acrecentar una crisis en una situación armada”.
El Nuevo Start cuyas negociaciones seguirán en julio, podría convertirse en el tercer tratado de desarme finalizado bajo la presidencia de Trump en Estados Unidos. Washington se retiró el año pasado del acuerdo INF sobre la eliminación de misiles de medio y corto alcance suscrito en 1987.
De no lograr la extensión, los expertos ven el riesgo de una nueva carrera de rearme nuclear, pues por primera vez desde 1972 no habría ningún acuerdo de control de armas atómicas en vigor entre las dos mayores potencias nucleares del mundo. Rusia y Estados Unidos tienen un 90% de todas las armas nucleares que existen en el planeta.
“De colapsar el acuerdo, sería la primera vez en 50 años en que Estados Unidos no tendría la habilidad de inspeccionar el arsenal ruso. En un contexto de regreso de la competencia geopolítica, el riesgo de ‘juegos mentales’ en cuanto a la postura nuclear del otro será más alto. Dejar esto sin inspecciones sería un verdadero peligro”, apuntó Federico Merke, de la Universidad de San Andrés, al sitio Cenital.
Sin China
Vale apuntar que Estados Unidos no tuvo éxito en sumar a China al acuerdo nuclear. “China nunca participará en negociaciones de desarme nuclear entre Rusia y Estados Unidos. Las conversaciones sobre desarme nuclear propuestas por Estados Unidos sólo son una trampa”, expresó el analista Song Zhongping.
“La única conclusión a la que llego es que la administración Trump no quiere prorrogar el Nuevo Start y apuesta a exponer el desinterés de China como excusa para permitir que caduque el Nuevo Start”, señaló Daryl Kimball, analista de un centro de control de armamento en Washington. La Otan celebró la reunión entre los dos protagonistas de la Guerra Fría y abogó por la futura inclusión del gigante asiático. “Agradezco que las negociaciones hayan sido muy constructivas entre Estados Unidos y Rusia. Por otro lado, nadie le niega a China su derecho a desarrollar su Ejército, pero su crecimiento conlleva una responsabilidad también”, sostuvo el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, quien reiteró que si Beijing es parte del control de armas, se garantiza que haya transparencia y claridad sobre su arsenal nuclear. “Sumar a China es bueno tanto para los rusos como para los norteamericanos porque garantiza estabilidad”, explicó Battaleme.
“¿Si es posible lograr el acuerdo? Va a depender de la habilidad política tanto de Rusia como de Trump, que encima está en un contexto electoral. Hay que tener en cuenta que las armas nucleares de China apuntan tanto a Estados Unidos como a Rusia”, agregó.
“En mi opinión, China no puede estar fuera de los acuerdos de seguridad nuclear porque es un actor central en la proliferación nuclear y misilística del mundo”, cerró.
Los principales jugadores
Estados Unidos fue el primer país en desarrollar armas nucleares y el único que las ha usado en la guerra. Su presupuesto en este rubro es mayor que la suma de todos los demás países. Tiene 1.0750 ojivas desplegadas y otras 4.050 almacenadas, según distintas estimaciones.
Rusia fue el segundo país en desarrollar armas nucleares. Su arsenal hoy es el más grande del mundo y el gobierno de Vladimir Putin continúa invirtiendo para modernizarlo.
Moscú tiene 1.570 ojivas desplegadas y otras 4.805 cabezas almacenadas o de reserva. En total, suma 6.375 ojivas en 2020.
China dispone de 320 ojivas, pero se desconoce el número de cabezas atómicas.
Según un informe del Instituto para la Paz Internacional de Estocolmo (Sipri), tanto Rusia como Estados Unidos trabajan en programas extensivos y caros para sustituir y modernizar sus ojivas nucleares, misiles, sistemas aéreos de lanzamiento e instalaciones de producción de armas nucleares. En 2018, el Departamento de Defensa de Estados Unidos estableció planes para desarrollar nuevas armas nucleares y para modificar otras para darles mayores misiones y roles militares.
Los arsenales de los otros países con armas nucleares son considerablemente menores, pero todos están desarrollando o desplegando nuevos sistemas armamentísticos, o bien han anunciado su intención de hacerlo. China, India y Pakistán están aumentando su volumen, mientras que Corea del Norte también viene subiendo la apuesta.
“India y Pakistán están ampliando su capacidad de producción de material militar en una escala que podría conducir a un aumento significativo del volumen de sus inventarios de armas nucleares en la próxima década”, dice Shannon Kile, director del Programa de Desarme Nuclear y Control de Armas del Sipri.