Considerada como una labor esencial dentro del decreto 297, que exceptúa a las actividades del aislamiento social, preventivo y obligatorio, la cosecha de soja y de maíz avanza en la región pampeana al ritmo que impone la cuarentena.

Casi sin contacto personal y manteniendo las distancias sanitarias, el personal que maneja la cosechadora, el tractor con la tolva y el camión cumple con sus protocolos sanitarios. El objetivo es sacar la producción de ambos granos hacia los centros de comercialización: industrias y puertos.

Sin embargo, y más allá de ser considerara prioritaria, la tarea de cosecha se ve limitada por el faltante de un insumo esencial: el silo bolsa.

En un escenario donde el transporte de granos desde los campos hasta los acopios, y también hacia puertos, se ha visto reducido, la necesidad del productor de almacenar cosecha en el propio establecimiento se ha visto complicada.

A “full”

Es que la demanda por el silo bolsa ya había arrancado en alza en el comienzo del año. La decisión de las empresas agrícolas de no colocar su producción en el mercado, ante algunos inconvenientes financieros exhibidos por compañías comercializadoras, había generado un primer pico de demanda.

Luego, con el aislamiento y con la llegada de la cosecha, los pedidos se multiplicaron. Con un mercado nacional que se estima absorberá 450 mil bolsas, el sistema de embolsado de grano en el campo concentrará unos 90 millones de toneladas de granos.

Un silo bolsa, de nueve pies de diámetro (2,74 metros) por 70 metros de largo, puede contener en promedio de 200 toneladas.

 Logística demorada

“Estamos con el stock adecuado, pero con algunas demoras en la logística. Lo que en campañas anteriores era un período de entrega entre siete a 15 días para que la bolsa estuviera en el campo, ahora se ha multiplicado por dos”, sostuvo Leonardo Torreta, gerente comercial de Ipesa, la empresa que concentra el 70 por ciento de las ventas de silos bolsa en el mercado doméstico.

En el mercado argentino, la lista de proveedores incluye a Ipesa (Tierra del Fuego), a Plaster (San Luis), a ACA (General Pico), a Graner (San Luis) y a Thyssen (San Luis), entre otras.

Ipesa, que también exporta el 30 por ciento de su producción, tiene su planta industrial en Tierra del Fuego. Según comentó Torreta, el período de mayor producción es entre junio y agosto, aunque ahora, por el crecimiento en la demanda, también están con una fuerte actividad. 

“La demanda es exponencial y ha superado las expectativas”, reconocen desde la empresa líder en el mercado nacional de silos bolsa.

Crecimiento

“Pasó de ser una caja de ahorro allá por enero y febrero a convertirse en un elemento clave por las dificultades en la logística para llevar los granos a acopios y a puertos”, sostuvo Víctor Accastello, director de insumos de la Asociación de Cooperativas Argentina (ACA).

La empresa tiene una planta para elaborar silos bolsa en General Pico (La Pampa). “Este año teníamos pensado producir 10 por ciento más; hoy se consiguen bolsas, pero con entrega a 30 o 40 días”, indicó el ejecutivo.

Tecnología nacional

Introducida hace más de 25 años por técnicos del Inta desde Alemania, donde se la utilizaba para almacenar grano húmedo como alimento en ganadería, la tecnología del silo bolsa fue adaptada en el país para acopiar granos secos.

Junto con el know how, se desarrolló la fabricación de la maquinaria agrícola para el embolsado y para la extracción del grano.

Hoy el kit ciento por ciento “industria argentina”, conformado por el silo bolsa, las embolsadoras y las extractoras de granos –muchas de ellas construidas en Córdoba–, se exporta a Estados Unidos, a Canadá y a Australia. Desde el Inta, aseguran que el silo bolsa de fabricación nacional se comercializa a más de 40 países.

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EN MARCHA. La cosecha de soja avanza en el país y en la provincia en tiempos de cuarentena. (La Voz)