El multimillonario estadounidense Michael Bloomberg tendrá su irrupción estelar en la carrera a la Casa Blanca, cuando enfrente este miércoles por la noche a cinco rivales demócratas en un debate en Las Vegas que podría alterar el rumbo de la interna partidaria.
Bloomberg insiste en que es el mejor posicionado para vencer al presidente Donald Trump y no ha parado de subir en los sondeos pese a que ni siquiera ha participado de ninguna de las internas celebradas hasta ahora y planea saltearse también las otras dos.
Los inagotables recursos financieros de un empresario cuya riqueza ronda los 60.000 millones de dólares y que ha invertido más de 500 millones en avisos, preocupa a sus adversarios demócratas, que lo han acusado de querer “comprar” la candidatura.
El debate de esta noche llega en momentos en que los votantes y los sectores moderados de la dirección del partido tratan de hallar una alternativa, que Bloomberg bien podría encarnar, a las políticas “socialistas” del precandidato demócrata Bernie Sanders.
El exalcalde de Nueva York, con su megafortuna, reuniría además las condiciones para, como mínimo, ser un hueso más duro de roer para Trump que Sanders, cuya posición, tan izquierdista para los parámetros del país, espanta a muchos demócratas e independientes.
A Bloomberg seguramente le espera una recepción hostil de su rivales, luego de haberse afiliado como demócrata recién en 2018 y de su ascenso veloz y sorpresivo de gran donante sin partido a competidor de primera línea por la candidatura presidencial.
La campaña de Bloomberg presentó hoy una larga lista con más de una decena de personas que fueron invitadas por el precandidato al debate de esta noche a las 21 hora del este de Estados Unidos, (las 23 en Argentina).
Entre ellos hay sobrevivientes del tiroteo de Las Vegas que en 2017 dejó 58 muertos y cientos de heridos, y que reflotó el debate sobre la tenencia de armas que arrecia en el país después de cada caso similar, informó CNN.
El debate pondrá mucho en juego para todos los candidatos, ya que llega a días de la que será la tercera elección de la temporada de internas del partido, el caucus (asamblea) del estado de Nevada, el próximo sábado 22.
Luego de más de un año de campaña, el partido aún no encuentra claridad en su urgente búsqueda de un candidato capaz de hacer sombra al apoyo popular y los enormes recursos financieros de Trump, que además se beneficia de una economía robusta.
El exvicepresidente Joe Biden, quien busca algo de aire para su golpeada campaña, llega al debate junto a otros integrantes del bloque de candidatos de centro a los que les ha ido mejor hasta ahora, el ex alcalde Pete Buttigieg y la senadora Amy Klobuchar.
Sanders, senador por Vermont, se ha erigido en la clara preferencia de la izquierda demócrata, mientras que su rival por el voto progresista, la senadora Elizabeth Warren, hace esfuerzos por recuperar algo de energía para su campaña.
Algunos demócratas temen que estén dadas las condiciones para una pelea a mano limpia transmitida en vivo a todo el país que agrave las divisiones dentro del partido y que resienta sus chances de evitar un segundo mandato, cuatro años más, de Trump.
Hasta ahora, la campaña de Bloomberg se ha caracterizado por actos cuidadosamente organizados, publicidad de radio y TV de niveles sin precedentes y un aparato nacional con cientos de asesores y miles de militantes de base y voluntarios pagos.
Fuentes de la campaña de Bloomberg dijeron a CNN que no tienen grandes expectativas sobre su desempeño, luego de más de diez años desde su última elección.
Bloomberg, de 78 años y alcalde de 2002 a 2013, no ha estado en un debate televisado desde 2009. En sus tres elecciones en Nueva York, nunca enfrentó a más de un rival.
Los votantes no se pronunciarán sobre Bloomberg hasta el mes que viene, cuando el millonario haga su debut en las boletas y las urnas el Supermartes 3 de febrero.
Una encuesta difundida ayer lo mostró en segundo puesto a nivel nacional, con un 19%, detrás de Sanders, con un 31%.
Luego siguen Biden, con el 15%, Warren con el 12%, Klobuchar con el 9% y Buttigieg con el 8%.