El Tribunal Supremo de Israel decidió ayer que el presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, fije una votación sobre su continuidad en el cargo para la jornada de mañana, cerca de una semana después de suspender el pleno y evitar una votación en la que podría perder el puesto.
Edelstein anunció el 18 de marzo pasado el cierre del pleno durante al menos una semana argumentando en un primer momento que se debía a la pandemia de coronavirus y luego a que los dos principales partidos no lograron un acuerdo para la formación de los comités parlamentarios.
Tras ello, el opositor Azul y Blanco, liderado por el antiguo jefe del Ejército Benjamin Gantz, presentó una demanda ante el Tribunal Supremo, en medio de las denuncias contra Edelstein por su decisión.
Controversia
El Likud, partido de Edelstein y del primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, parte en minoría de cara a la votación, en la que figura como favorito Meir Cohen, el candidato propuesto por Azul y Blanco como próximo presidente del Parlamento.
Azul y Blanco tiene en estos momentos el apoyo de 61 de los 120 miembros de la Knesset y, de imponerse en la próxima votación, podría dar pie a la formación de los comités sobre Exteriores, Defensa, Finanzas y el especial para supervisar la pandemia de coronavirus.
Asimismo, el partido busca sacar adelante un borrador de ley que impediría formar gobierno a un miembro de la Knesset que haga frente a cargos, lo que afectaría directamente a Netanyahu y le eliminaría de la lista de posibles primeros ministros.
Varios altos cargos del Likud, incluidos los ministros de Turismo y Justicia, Yariv Levin y Amir Ohana, respectivamente, pidieron que Edelstein ignore el fallo del Supremo.
Levin denunció que el tribunal “ha tomado el control oficialmente de la Knesset” y agregó que “no hay nada como esto en ninguna democracia”. “Pido al presidente del Parlamento que anuncie que sólo él puede determinar cuándo se reúne el pleno y cuál es su agenda”, afirmó.
En esta misma línea se expresó Ohana, quien publicó en Twitter una fotografía del fallo del Supremo junto al texto: “Si yo fuera el presidente de la Knesset, mi respuesta sería ‘no’”.
Por contra, Azul y Blanco pidió al Likud que “respete la voluntad de la mayoría y deje de dañar las instituciones del Estado”. “La democracia y la democracia, no sólo cuando le viene bien a ustedes y a Netanyahu”, dijo.
Emergencia
Netanyahu abogó en los últimos días por conformar un gobierno de emergencia junto a Gantz en el marco de la pandemia, si bien el líder de Azul y Blanco se distanció de esta propuesta tras mostrarse inicialmente abierto a debatirla.
El primer ministro en funciones señaló que reemplazar a Edelstein daría al traste con unas posibles conversaciones para formar gobierno y el Likud afirmó que los 58 miembros del bloque que lidera boicotearán la votación, lo que allanaría de hecho el camino a Azul y Blanco.
Esta profunda crisis en el marco de la Knesset tiene lugar después de que el país haya tenido que celebrar tres elecciones parlamentarias en menos de un año debido a la falta de acuerdo para formar una coalición que cuente con mayoría en el Parlamento.