Michael Jordan, el mejor jugador de básquet de la historia. Ganó todo lo que se propuso: dos oros olímpicos, seis anillos de campeón en la NBA e incontable cantidad de premios individuales. En sus 16 temporadas como jugador en la liga estadounidense (14 en Chicago Bulls y dos con Washington Wizards), cobró la suma de 93.600.000 dólares como salario. A su talento natural le sumó un deseo de superación cotidiano (técnico y físico), una mentalidad a prueba de todo, liderazgo y un altísimo perfil competitivo.El deporte lo volvió millonario, pero fue su transformación en empresario lo que lo hizo multimillonario.Según el último año fiscal de Estados Unidos (1 de octubre de 2018 a 30 de septiembre de 2019), MJ registró ganancias por 145 millones de dólares. Para comparar, Lionel Messi fue el deportista mejor pago de 2019, con 127 millones de la moneda estadounidense.

 

Antes de ver el sideral número que posee el mítico 23 de los Bulls como patrimonio neto, vale la pena repasar cómo fue la transformación de Michael Jordan de nombre propio a una de las marcas más exitosas de todos los tiempos.

El 19 de junio de 1984, Jordan fue elegido en el puesto número 3 del draft por Chicago Bulls. Pocos días después de firmar con el equipo de la “Ciudad de los vientos”, llegó la rúbrica del contrato que provocó que MJ cambie a la industria del deporte.

 

Varios fabricantes de zapatillas tentaron a Jordan, pero finalmente cerró con Nike, a cambio de 2,5 millones de dólares, por cinco años, más regalías. El objetivo de la empresa (que tenía fuerte presencia en el atletismo y que buscaba ganar mercado en el básquet) era ganar 4 millones de dólares en los primeros tres años de contrato con Jordan. Vendieron por más de 100 millones. A partir de ahí, se generó un gigantesco negocio. Tan grande que Nike decidió crear la marca Jordan.

 

Mientras, el jugador seguía haciendo lo suyo. Fue haciendo crecer su mito dentro de la cancha y fue transformando su imagen pública: su look lo transformó en ícono de la moda. Cada aparición pública suya alimentaba su universo. Un informe de la consultora Repucom indica que a Michael Jordan lo conoce el 98 por ciento de los encuestados, y es el afroamericano más reconocido, por encima del expresidente estadounidense Barack Obama y de la presentadora de televisión Oprah Winfrey. Incluso, por encima de personalidades como el actor Tom Hanks o el también exmandatario norteamericano Bill Clinton.

 

Con el impulso original del éxito deportivo de Jordan, la impecable gestión de marketing (basado en anuncios televisivos) y un desarrollo que terminó transformando a la marca en un producto cultural se cimentó la génesis de una empresa que en 2019 facturó 3.238 millones de dólares. Y con mucha visión de futuro. Por ejemplo, Jordan Brand firmó recientemente contrato con las dos jóvenes estrellas de la NBA: Luka Doncic (100 millones de dólares, por cinco temporadas) y Zion Williamson (75 millones, por siete temporadas).

La publicidad del lanzamiento de las Air Jordan

A esto hay que sumar el dinero que el bueno de Michael ganó, y sigue ganando, por el uso de su imagen por parte de multinacionales como McDonald’s, Coca Cola, Gatorade o Chevrolet, entre otras muchas.

Pero las inversiones de Michael Jordan fueron mucho más allá. Hoy es dueño de seis restaurantes y una concesionaria de autos Nissan en North Carolina y además tiene diversos emprendimientos, como participación en una empresa de salud y una fuerte apuesta en los e-Sports.

Entre sus últimos desarrollos está Cincoro, un tequila ultrapremium. Las botellas de cristal en las que se vende el producto tienen una inclinación de 23 grados, en claro honor al emblemático número que usó como jugador. Los precios de este tequila van hasta los 1.600 dólares por botella.Pero el principal objetivo siempre estuvo en el básquet. En 2010, “Su Majestad” adquirió Charlotte Bobcats por 175 millones de dólares. Hoy, esa franquicia de la NBA (que se volvió a denominar Charlotte Hornets) está valuada en 1.050 millones de dólares (MJ tiene el 90% de las acciones), y eso que no se trata de un equipo aún exitoso a nivel deportivo. A eso apunta Jordan: a volver a ese equipo del estado de North Carolina (donde brilló como jugador universitario) en ganador. Quiere trascender en este deporte dentro y fuera de la cancha.

A pesar que el exitoso Michael sufrió una “pérdida” de 170 millones de dólares en su divorcio de 2006 con su ahora exesposa Juanita Vanoy (madre de los tres hijos de la estrella de la NBA) o la mansión en Chicago que el ahora empresario no puede vender (está tan personalizada que no encuentra oferentes para una propiedad que se supone vale más de 25 millones de dólares, pero ni siquiera las ofertas llegaron a 13 millones), Michael no se puede quejar: su patrimonio neto actual es de 2.100 millones de dólares.

Para tomar dimensión de lo que significan esos 2.100 millones de dólares que posee Jordan es el doble de la valuación que recibió la semana pasada YPF.Una personalidad forjada por el deporte, intuición, saberse rodear de buenos asesores y mucha visión de futuro. Michael Jordan sabe cómo ser y hacer al mejor Michael Jordan.

Así ganaba partidos Jordan

Michael y uno de los modelos de Jordan Brand, su marca derivada de Nike.
Los seis anillos de campeón de la NBA de MJ.
Jordan dominó la NBA como muy pocos y mejoró en cada temporada.
El momento en el que firmó con los Bulls, a mediados de 1984. El inicio de todo.
Las primeras Air Jordan, con un logo que no le gustaba mucho a Michael.
El logo que se volvió marca propia y que enloqueció a Jordan y a sus fanáticos.
La mansión que Jordan no se puede sacar de encima.
La agencia de venta de autos de MJ, en North Carolina.
Jordan en su época de universitario: nadie imaginó que llegaría tan lejos.
La volcada que cambió todo, en un All Star Game: el hombre que podía volar.
La inversión más importante de Jordan: ser dueño de Charlotte Hornets.