En las mesas de los bares del interior provincial que lentamente han comenzado a reabrir, los productores agropecuarios no tienen otro tema de debate: todas las conversaciones apuntan a la preocupación por el rumbo que tomó la convocatoria de acreedores de Vicentin y a la decisión del Estado de intervenir y expropiar la empresa.

A través del subinterventor designado, Luciano Zarich, el Gobierno tomó posesión este jueves de la compañía y comenzaron a regir los 60 días de la intervención dispuesta por el presidente Alberto Fernández a través de un decreto de necesidad y urgencia.

Mientras tanto, la situación de otro gigante del agro –en este caso, cordobés– es seguida con atención por quienes operan en el mercado de granos: se trata del Grupo Navilli, nacido en Laboulaye, que también posee una multimillonaria deuda con los bancos.

Este grupo es propietario de las firmas Molinos Cañuelas y Compañía Argentina de Granos (CAG), que, en conjunto, registran un pasivo, a marzo pasado, de 28.237,1 millones de pesos con una docena de entidades financieras, según los datos públicos que pueden consultarse en la central de deudores del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Este es el monto acumulado en situación 4 (alto riesgo de insolvencia) o 5 (irrecuperable), de acuerdo con los parámetros del BCRA.

Molino Cañuelas, que produce y comercializa la harina Pureza, el aceite Cañuelas y las galletitas 9 de Oro y Paseo, entre otros productos, tiene una deuda de 8.759,9 millones de pesos en grado 4 con cuatro bancos, y de 11.172,9 millones de pesos en grado 5 con siete entidades. Es decir, un “rojo” total de 19.932,8 millones de pesos.

CAG es la unidad de negocio dedicada al comercio agrícola y, bajo su Cuit, la deuda informada por el Central es de 6.642,6 millones de pesos en grado 4 con cinco bancos, y de 1.661,7 millones en grado 5 con otros cinco.

A esto se pueden sumar 17,8 millones de pesos en grado 3 (significa “en problemas”, según el BCRA).

Evolución

En total, esto significa que el 54 por ciento de la deuda del Grupo Navilli con los bancos está en categoría de alto riesgo y el 46 por ciento restante se considera incobrable.

En marzo la deuda registrada ascendía a 26.308 millones de pesos (18.582,3 millones de Cañuelas y 7.725,7 millones de la CAG). 

Pero, a diferencia de Vicentin, esa compañía del Grupo Navilli no registra cheques rechazados, es decir, que no tiene compromisos impagos con sus proveedores y toda su deuda se concentra con los bancos.

Lo que sí es similar al caso Vicentin es que el principal acreedor es el Banco Nación, que acumula 7.171 millones de pesos en grado 4, un 27 por ciento del total. 

En tanto, el Banco de Córdoba suma más de 600 millones de pesos, todos en grado 5.

Asimismo, las firmas de Navilli figuran en situación “irregular” ante la Dirección de Rentas de la Provincia, lo que implica que tienen impuestos impagos. 

GIGANTE. Una de las plantas de Molino Cañuelas, una de las empresas agroalimentarias más grandes del país. (Google Maps)