La imagen comenzó a circular ayer por Twitter. En la misma se veía una foto de que sufrió el paso del tiempo y aparecián once jugadores formados con una remera que no lograba a simple vista mostrar de qué equipo se trataba. Y un “escudo” por demás particular.

Al poco tiempo el periodista e historiador Gustavo Farías dio las explicaciones del caso: “Es una escarapela y el equipo es Instituto con la camiseta de Belgrano jugando ante Estudiantes de La Plata el 19 de marzo de 1929 en la inauguración de las tribunas del Gigante de Alberdi. Ese día la Gloria ganó 2-0 y le dio cátedra al equipo de Los Profesores”.

Mañana se cumplirán 91 años de aquel partido. Por aquel entonces “el Pirata” acababa de inaugurar las tribunas de su estadio, las primeras de cemento para un equipo del interior del país. Y el invitado había sido el inolvidable equipo que tenía en aquellos años Estudiantes de La Plata. El día de la inauguración “el Pincha” le metió seis a Belgrano, con baile y todo. En otras palabras, no fue el mejor invitado a la fiesta “Celeste”.

Pero Instituto, que venía de ser campeón cuatro años seguidos en Córdoba (lo que derivó en el apodo de “el Glorioso”) se encargó de ponerle los puntos a los platenses.

Ante nueve mil personas Instituto se impuso por 2 a 0 con goles de Benavídez y Lizondo. Semejante concurrencia, trajo inconvenientes no muy dispares a los que se viven actualmente.

“Uno de los primeros problemas que se presentó fue el del ´bondi´, el medio de traslado mis económico. Como siempre el servicio fue insuficiente, debiendo el público treparse al techo de los coches, repitiendo así en mayor grado el espectáculo del domingo pasado”, publicó La Voz al día siguiente del encuentro.

Sobre el partido en sí, el comentarista del diario explicó: “Volvió a ser nuestro Instituto, campeón de cuatro temporadas. Actuó con la clase que le valieron triunfos sobre Newell´s, Colegiales y Ferro”.

Y agregó: “Instituto estuvo estupendo – que nos perdonen los platenses la dulce venganza-. Si ellos llegaron a ser campeones argentinos, a nosotros nos toca un cachito”.

Por último, una “perlita” sobre lo que fue la actuación del árbitro Cirilo Garigliano, con situaciones que 91 años después sigue teniendo vigencia. La Voz había publicado que “el público manifestó su desaprobación con silbidos. No dudamos de su capacidad, pero ayer actuó mediocremente”.

Tras el partido, el zaguero albirrojo (que ese día jugó con la celeste) Ortiz contó: “Tengo la mejor Impresión del equipo do Estudiantes, a quien considero un adversario de positivos méritos, y por ese motivo es que nuestra victoria resulta aún más satisfactoria”.

El equipo de “Los Profesores”

Hay una especie de mito que indica que desde un comienzo los equipos de Estudiantes despreciaban el bueno y la habilidad en pos de conseguir un resultado a cualquier precio. Todo eso se desmorona ante dos palabras que llevan consigo un enorme significado: Los Profesores.

Aunque los mayores logros en la trayectoria de un club tienen que ver con sus títulos, dentro de la rica historia del “Pincharrata” hay un gran logro que no tiene que ver con ninguno de esos conceptos: Los Profesores lograron conjugar la habilidad con la precisión; los triunfos con los merecimientos; la alegría con el fútbol.

Al poco tiempo, ese equipo que se cansó de dar cátedras, conformó una de las delanteras más recordadas del fútbol argentino, compuesta por Ferreira, Scopelli, Zozaya, Guaita y Lauri.

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