El Gobierno israelí ha aprobado una serie de nuevas medidas para combatir la propagación del coronavirus, entre las que figura el uso de tecnología de seguimiento habitualmente empleada en la lucha antiterrorista, lo cual ha generado polémica.
Los detractores de la medida denuncian que este tipo de tecnología de localización, que podrá emplearse por ahora durante 30 días, sienta un peligroso precedente y constituye una invasión en la vida privada de los israelíes.
El primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, anunció el lunes por la noche al término de un consejo de ministros que se prolongó durante seis horas que se había aprobado el uso de la citada tecnología bajo “una estricta supervisión” con el fin de garantizar que no se cometen abusos.
“Estos medios nos ayudarán mucho a la hora de localizar a pacientes y por tanto frenar la propagación del virus”, recalcó Netanyahu, según informa Bloomberg.
Según el último balance oficial, el número de casos confirmados se sitúa ya en 304, tras sumarse seis más en las últimas horas.
Así las cosas, el Shin Bet, el servicio de seguridad interior, será el encargado de monitorizar los teléfonos móviles de los pacientes con coronavirus para seguir sus movimientos y enviará mensajes de texto a las personas que entren en contacto con ellos para que se pongan en cuarentena o se realicen un análisis para comprobar si están enfermos.
Para ello, la agencia contará con acceso a todos los datos de los móviles de los israelíes.
CríticasEl hecho de que la decisión se haya tomado sin el visto bueno de la Knesset, cuyos nuevos integrantes surgidos de las elecciones del pasado 2 de marzo tomaron posesión precisamente este lunes, ha generado malestar.
A esto se suma además que el líder opositor Benny Gantz recibió el encargo para la formación de gobierno de manos del presidente de Israel, Reuven Rivlin.
“Con nocturnidad y alevosía, en un golpe de poder, el Gobierno aprobó las medidas de emergencia pese a que la comisión de Defensa y Asuntos Exteriores (de la Knesset) no tuvo ocasión de discutirla con seriedad”, ha denunciado Gabi Ashnekazi, diputado de Azul y Blanco, el partido de Gantz, en su Twitter.
“No es adecuado que medidas como esta sean aprobadas sin supervisión parlamentaria”, ha subrayado.
En la misma línea se ha pronunciado el propio Gantz.
“Nos encontramos en un periodo excepcional que, desgraciadamente, requiere adoptar medidas excepcionales para salvar vidas”, ha reconocido.
“Sin embargo, está prohibido hacerlo como golpe de poder y sin supervisión”, ha sostenido, en un mensaje en Twitter.
Sin embargo, el fiscal general, Avichay Mandelblit, ha avalado la medida este martes, argumentando que lo que busca es “salvar vidas”.
En un comunicado, ha defendido que “deben tomarse medidas de largo alcance pero incluso durante estas emergencias, los pasos deben darse conforme a la ley”.
“El contenido que se recogerá será el mínimo requerido para evitar la propagación del virus y el Shin Bet está obligado a informar de sus acciones”, ha subrayado Mandelblit, según informa el diario ‘Times of Israel’.
También Netanyahu ha salido al paso de las críticas.
Ante el ritmo “tremendo” al que se propaga el corovirus, “aplazar el uso de estas herramientas siquiera una hora podría llevar a la muerte de muchos israelíes” como ha ocurrido en Italia y otros países, ha defendido su oficina en un comunicado.
Por ello, dado que el debate en la comisión de Defensa y Exteriores del Parlamento podría haberse demorado durante días, “el primer ministro Netanyahu actuó rápido, junto con el Ministerio de Salud y el fiscal general, para permitir el uso inmediato de herramientas digitales que pueden ralentizar la propagación de la pandemia y salvar muchas vidas”, ha añadido.
Por su parte, el director del Shin Bet, Nadav Argaman, ha explicado en un comunicado que el Gobierno ha decidido emplear la citada tecnología tras llegar a la conclusión de que otras autoridades carecían de la capacidad para frenar los contagios.
“Tengo muy claro lo sensible del asunto”, ha asegurado Argaman, que ha puntualizado que solo “un grupo muy limitado” de agentes tendrán acceso a los datos y que estos no se almacenarán en su base de datos.