En Villa María, la apertura de sesiones ordinarias fue con algunos traspiés para el oficialismo, que viene de atravesar una situación complicada por el reemplazo de Martín Gill en la intendencia, luego que este asumiera como secretario de Obras Públicas de la Nación.
El bloque de la oposición (Vamos Villa María), integrado por el PRO y parte del radicalismo, decidió no asistir al acto de apertura, y emitió minutos antes un duro comunicado, atacando la “falta de institucionalidad” en la ciudad y responsabilizando de esto a la “interna justicialista” entre el sector que lidera Gill y los concejales que son parte de la facción del ministro de Industria y Producción de la provincia, Eduardo Accastello.
En el texto apuntaron a “una interna feroz que privilegió la disputa partidaria por sobre la institucionalidad”.
“Hoy alguien dará un discurso sobre el rumbo de su gestión para la que no fue elegido. ¿Se puede legitimar ello con nuestra presencia? Claramente no”, decía el comunicado difundido con el anticiparon que dejarían sus bancas vacías.
La apertura de sesiones estuvo a cargo de Pablo Rosso, quien resultó elegido por apenas cuatro votos de once como presidente del Concejo, puesto desde el que asumió como reemplazante de Gill en el Ejecutivo Municipal. La oposición y los dos concejales oficialistas se habían abstenido de apoyarlo en la sesión preparatoria.
Rosso llegó al Concejo acompañado por Gill. En su discurso, dijo que al intendente en uso de licencia le tocó gobernar “en un contexto complicado”, pero que con su reelección se ratificó un modelo de gestión y liderazgo, “que hizo que Alberto Fernández lo convocara para ayudarlo a poner a la Argentina de pie”.
“Estoy convencido que hoy, el pueblo de la Argentina, de la Provincia, de la ciudad quiere que confluyamos en ideas para hacer todos los días una ciudad más justa y con más oportunidades para todos. Pero sabremos diferenciar un aporte, una crítica o una diferencia, de un palo en la rueda con intereses que no son los intereses de todos”, dijo Rosso en su discurso.
Hizo algunos anuncios de gestión, y habló de convocar a todos los sectores para seguir adelante con el gobierno municipal. Gill tiene licencia hasta el 27 de junio, pero todo hace pensar que seguirá en su cargo en la Nación más allá de esa fecha.
En las afueras del legislativo, mientras Rosso daba su discurso, se produjo una protesta de vecinos que protagonizan desde hace más de una semana usurpaciones de terrenos en reclamo de acceso a viviendas.