A medida que se acerca el cierre de marzo, crece entre empresarios y trabajadores la preocupación en torno al modo en que lograrán cubrirse los salarios en medio de una economía casi paralizada. Para quienes se desempeñan en la informalidad o generan ingresos por su cuenta, la situación es aún más dramática.

Esta angustia atraviesa de lleno a dos sectores con alta participación de trabajadores: el comercio y los servicios. En ambos se desempeñan, en distintas modalidades (registrados e informales, asalariados y cuentapropistas), más de un millón de cordobeses.

Y la actividad acusa, según datos de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, un parate que mantiene al 70 por ciento de sus unidades económicas cerradas y sin flujo de fondos.

En semejante cuadro, esa entidad y, a nivel local, la Cámara de Comercio de Córdoba vienen solicitando una serie de medidas de auxilio para atravesar la situación. Insisten en que lo anunciado por los gobiernos nacional y provincial no alcanza, dada la gravedad de la situación.

Para poner mayor precisión al número de trabajadores afectados, el comité de análisis del Foro de Análisis Económico del Comercio y los Servicios, con la asistencia de la consultora Economic Trends, elaboró un mapa de datos.

El relevamiento señala que un tercio del empleo en el sector (31,1 por ciento), en todas sus modalidades, está en el escenario más crítico. Son 339.510 trabajadores que se desempeñan en las actividades paralizadas de manera total o casi completa por la cuarentena.

En ese universo, el relevamiento demarca un primer grupo crítico que incluye a la hotelería, que emplea a 3.484 trabajadores (0,3 por ciento del total); agencias y operadores turísticos (4.469 trabajadores, 0,4 por ciento), el sector de entretenimientos (28.548 trabajadores, 2,6%) y la gastronomía (70.463 trabajadores, 6,5%).

“Los puestos de trabajo en riesgo en este grupo son 106.964, equivalentes al 9,8 por ciento del total”, puntualiza el relevamiento.

A ellos se suma un conglomerado crítico, que incluye el comercio de indumentaria y de calzado (29.236 trabajadores), venta de materiales de construcción y ferreterías (16.037), comercio de automotores y repuestos (14.776 empleados), y el resto de los comercios (172.497 trabajadores, 15,8%).

En total, en todos estos rubros, los puestos de trabajo impactados son 232.546. Ambos conjuntos integran el tercio del empleo con mayor amenaza citado al inicio.

En actividad dispar

Fuera de los segmentos ya citadas, el estudio del Foro junto con Economic Trends demarca un tercer grupo de “alto impacto potencial negativo”, aunque de menor magnitud que los anteriores.

Allí incluye a quienes trabajan en el expendio de combustibles (7.220 personas) y al sector del transporte (73.042 trabajadores, 6,7% del total), afectados por la menor movilidad, aunque exceptuados del aislamiento.

Un cuarto conjunto está formado por el resto de los servicios, donde se encuentra un mosaico de actividades (servicios profesionales, educativos, etc.) que tienen, en general, mayor posibilidad de continuar funcionado, al menos en parte, a través de teletrabajo, aunque también con matices.

Los comercios de venta de alimentos y bebidas (supermercados, hipermercados, etc.) son el quinto grupo. Pueden verse afectados por la menor actividad económica, aunque en menor medida que los comercios de bienes durables. Allí trabajan unas 86.118 personas.

Por último, la salud humana privada mantiene su actividad, aunque enfrenta otras dificultades.

En la provincia: Asalariados formales

523.477 Hay en comercio y servicios. Otros 234.544 son informales; 257 mil cuentapropistas y 40 mil patrones.

Una postal. El casco céntrico, casi vacío. En la zona se concentran cientos de locales sin actividad. (Facundo Luque)