La conversación con Charo López arranca como casi todas las charlas en este tiempo. ¿Cómo llevar la cuarentena y el clima de incertidumbre? Charo dice que ella tiene suerte de tener una casa y poder seguir trabajando desde ahí y es curioso porque lo que más destaca de su hogar es que tiene una terraza donde puede “ver el sol”.

Y es justamente en ese lugar a donde grabó semanas atrás un hilarante video de mamás y meditación en cuarentena que tiene miles de reproducciones y cientos de comentarios de padres que están en la misma. “Inhalamos lactancia, expiramos porteo. Inhalamos puerperio, expiramos caca color mostaza. Inhalo eco 4D, expiro obstetricia”, dice Charo en las imágenes de la fallida meditación que se asemejan seguramente a su experiencia como madre.

Como todo el mundo, la actriz dice que le tuvo que encontrar la vuelta a la cuarentena pero que en su caso se hizo difícil tener material para generar contenido estando todo el tiempo encerrada. “Pasé por todas las etapas que pasó la mayoría. Desesperación, bizcochuelo, yoga, no llegué a la masa madre, pero las pasé a todas incluido el pijama party”, dice de buen humor.

 “Lo que sí me gusta de todo esto es que mucha gente está haciendo contenido. Me gusta que frente a la escasez de recursos cualquiera esté jaqueando al mainstream. Cualquiera hace su vivo de Instagram  o su programa y se encuentra con su público porque la relación ahora es más cercana”, dice.

Y en esa dirección está yendo ella porque desde hace más de un mes lanzó un programa junto a Paloma Salas que se trasmite por Youtube en vivo todos los domingos a la noche y que queda guardado para ser reproducido en cualquier momento. Ella y su par chilena hacen un desopilante repaso por la realidad y luego analizan personajes de la cultura popular de ambos países catalogados como figuras de “ayer, hoy y siempre”, de ahí el nombre del programa.

En las últimas ediciones Charo repasó la carrera de Roberto Galán y Silvio Soldán con su montaña rusa de emociones mediáticas. Consultada sobre cómo eligen los personajes, ella dice que todo se da de manera instintiva, sin mucha cabeza, pero que finalmente se terminaron dando cuenta de que todos los aludidos en Ayer, hoy y siempre tienen una doble cara.

“Además tienen en común que son muy populares y muy naturalizados por la gente. Todos mantienen la chapa de lo que está bien, de la moralidad y del humor blanco, pero después los analizamos en profundidad y terminan siendo personajes muy oscuros”, dice y agrega: “por ejemplo la otra vez analicé a Mister Chasman (famoso por su personaje de Chirolita) y resulta que ese humor tomado como puro y blanco para toda la familia – porque no hablaba de política, ni de religión, ni de futbol- resultó ser tremendamente misógino”.

Charo trae a colación el tema y contextualiza asegurando que situaciones como éstas sirven para entender el “enojo feminista” caldeado durante “todos los años en los que se naturalizó la misoginia” de personajes “buenos” y “familiares”.

“En todos esos lugares la mujer era invisibilizada y no es casual que siempre el análisis nos lleva a ese punto. Eso es lo divertido, o mejor dicho lo tragicómico de todo esto”, asegura.

Cuando se le pregunta en qué estadío percibe la lucha feminista y si no piensa que otros grupos se apropiaron del mensaje, dice: “La lucha no es de nadie, es de todes. Que cada une se quede con la mejor parte. Obvio que hay personas que tienen miradas mercantilista y marquetinera y usan al feminismo para vender cremas o días de  spa, pero si me voy a centrar en eso me tengo que tirar por la ventana. Me parece que mientras más cercana esté la idea de feminismo y más popular sea, mejor. Con que las pibas chiquitas ya sospechen de que hay algo que es injusto…”.

Dale, dale con el Zoom

Charo ha sabido siempre moverse en el ecosistema de las redes y ha encontrado en Youtube un espacio a donde muchos de los trabajos en los que participó cobraron vida y  circularon masivamente, sin embargo es un animal de escenario por eso es pertinente preguntarle cómo avizora el futuro del teatro después de la pandemia.

Y es ahí cuando su voz se percibe entre seria y melancólica: “Volver al escenario lo veo muy lejano y me da  mucha tristeza pensar en eso, me  da bronca. Con las clases que doy me pasa lo mismo, extraño estar con les alumnes y buscar soluciones que pasen más por el cuerpo que por la cabeza y eso por Zoom es muy difícil de encontrar… me da mucha tristeza”.

La famosa herramienta Zoom, omnipresente en todas las casas en tiempos de aislamiento, le genera –como a muchos- una relación de amor y odio. Dice que hay veces que al final del día le dan ganas de meter los auriculares en una licuadora, pero también valora poder dar clases individuales y más personales con sus alumnos gracias a la web. 

Pero su uso no queda ahí porque apenas dos semanas antes del inicio de la cuarentena, Charo presentaba junto a Tania Wedeltoft, Gillespi y Barbi Recanati el nuevo programa de Nacional Rock llamado Icupai. No tuvieron tiempo ni de asentarse que ya tuvieron que trasmitirlo por Zoom.

 “A veces es más difícil generar contenido encerrada en tu casa todo el día. Es complicado hacer chistes nuevos e inventar columnas sin podes salir a la calle y juntarte con gente o hacer un viaje, que son cosas que activan la cabeza y permiten salir del monotema de la cuarentena”, dice y cierra: “Es re difícil, es como retroalimentar el monstruo: hablamos de la cuarentena, vivimos la cuarentena, nos quejamos  de la cuarentena. Tampoco hay referente o personas que nos digan qué va a pasar, por eso tratar de reírse todos los días es un trabajo que merece la pena”. 

Paloma Salas y Charo, separadas por los Andes, pero juntas en “Ayer, hoy y siempre” (Charo López).
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