Cuando la pelota se detuvo, Juan Barinaga (19), el lateral de Belgrano partió a Rosario para esperar allí lo que sería el regreso a los entrenamientos: “No imaginé que esto iba a ser tan largo”, dijo quien tuvo la oportunidad de debutar el año pasado el 6 de setiembre, cuando en campo de Morón ingresó a falta de cinco minutos por el lesionado Luna.
Después jugó cuatro partidos más, completó los 350 minutos en cancha y desde la llegada de Caruso, no tuvo chances en el equipo mayor.
A su arribo a su Rosario natal, se puso a trabajar y “arranqué en la casa de mi viejo, porque él tiene un galpón y atrás tengo espacio para correr. Pero hace unos días me vine a lo de mi mamá, porque aquí tengo material, porque lo pedí prestado, y un mejor internet para los entrenamientos vía Zoom que estamos haciendo”.
Al igual que muchos de los juveniles, en los tiempos libres se dedicó a “dar una mano” y por eso muchas veces las calles de Rosario lo ven entregando alguno de los trabajos que su papá realiza en el taller metalúrgico que posee: “Lo ayudo con los repartos, para ir a buscar algún material a la ferretería o cualquier cosa de esa. Ahora, si tengo que meter mano en las máquinas no tengo drama, porque las he manejado, pero no es lo que necesita en estos tiempos, por eso no lo hago”.
Un torno, una fresa y otras máquinas han sido el ambiente de más pequeño para el lateral del Pirata, quien ahora espera que Caruso Lombardi le otorgue una nueva oportunidad de jugar: “Y la pelota es mucho más fácil que las máquinas (se ríe). Estoy entrenando a pleno todos los días, le paso fotos de la comida a las nutricionistas y esas cosas, espero podamos volver pronto para trabajar en el campo, porque la verdad es que se extraña”.
“Antes de que se diera este parate, hablé con Ricardo (Caruso Lombardi) y le dije que me puede utilizar de lateral por izquierda también, que no tengo problemas y me adapto. Que cuente conmigo. Y me contesto que este ‘al palo’ para cuando me toque, pero no mucho más hemos hablado”, prosiguió el futbolista.
Barinaga aseguró que “me estuvo poniendo de marcador central (el DT), pero ya en las últimas prácticas me colocó otra vez de lateral derecho y me dijo que siga así, que me veía bien. Así que me siento con chances, la voy a pelear, porque así lo vengo haciendo desde que llegué a Belgrano en 2017. Algunas veces son el mejor del mundo y después caes como si nada. Entonces hay que levantarse y nuevamente ponerse a trabajar para recuperar el lugar perdido”.
Finalmente, sobre lo que le está faltando para ganarse un puesto en el equipo, el rosarino dijo: “Es algo que hablaré con Caruso cuando nos volvamos a ver en Córdoba. Porque quiero saber que pretende de mi juego para mejorarlo en ese aspecto”.