En octubre de 2008 explotó Lehman Brothers, el banco estadounidense de inversiones que colapsó, desencadenando una cascada de eventos –financieros, económicos y sociales– que dejaron a buena parte de las administraciones mundiales en situaciones límite.
El impacto de la burbuja de las hipotecas subprime generó recesiones prolongadas y obligó a los bancos centrales alrededor del mundo a sumar regulaciones.
Cuando se cumplieron 10 años de aquella crisis, la más grande en lo que iba del siglo 21, numerosos analistas económicos se aventuraron en hacer pronósticos sobre cuáles eran las amenazas que podrían generar un nuevo colapso.
Sin embargo, no estaba en carpeta que un microscópico virus, bautizado luego Covid-19, sacudiera, una vez más, la estantería financiera mundial.
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por su sigla en inglés), un organismo internacional que supervisa el sistema bancario mundial desde 2009, mencionaba a través de su entonces presidente, Mark Carney, que no había que “fiarse nunca de los bancos” y que se los debía “monitorear de forma permanente” para que no se produjera un nuevo Lehman Brothers.
Para el organismo, al menos hasta 2019, había cuatro focos de peligro que podrían provocar un nuevo shock económico mundial de similares proporciones al estallido de las hipotecas de 2008 que terminó en la fría recesión de 2009: China, el Brexit, los ciberataques a los bancos y una burbuja hipotecaria en el Reino Unido que estaría a punto de explotar.
Nada se hablaba en el FSB de un virus respiratorio que se contagiara más fácilmente que la gripe y que se propagara a velocidad récord por todo el mundo, generando una pandemia que, casi literalmente, le puso el freno de mano al mundo.
Todo esto, sin contar el colapso sanitario –incluso en grandes potencias– y las miles de muertes que está provocando en la población de mayor edad.
China
Para Carney, si bien China es una gran fuente de crecimiento para el mundo porque tracciona de forma inédita las economías mundiales (“un absoluto milagro”, según el banquero), su sector financiero se desarrolló tan rápido que es “inestable”.
El gigante asiático es una potencial nueva burbuja y por eso el FSB la monitorea.
El Brexit
El presidente del Consejo de Estabilidad Financiera nombró al Brexit (la separación del Reino Unido de la Unión Europea) como otro peligro.
Para Carney, si no se lograba de una manera simple (faltan numerosos detalles por definir hasta fin de año), el divorcio UK-UE será un gran problema para la estabilidad económica mundial.
Ciberataques
Según el FSB, uno de los mayores peligros que podrían provocar un nuevo Lehman Brother es el hackeo coordinado y masivo a los sistemas de seguridad de los bancos. Como un virus, pero bancario.
Otras hipotecas
Finalmente, y muy lejos de aventurar una pandemia de un virus que se pudiera contagiar hasta por la mucosa de los ojos, el presidente del FSB especulaba con una explosión hipotecaria en el Reino Unido como causa de un nuevo colapso económico.
“Si eso no se resuelve, explotará la economía mundial, como ocurrió con Lehman Brothers”, decía en una entrevista con la BBC.