Al margen del gran dilema que domina la agenda de los gobiernos en el mundo –priorizar la salud o la economía–, la restricción de movimiento de las personas sigue a tope entre las medidas que buscan evitar la propagación del coronavirus.
El Covid-19 contagió en todo el planeta a 750.890 personas y se cobró la vida de 36.405 infectados, según números de la Organización Mundial de la Salud.
En tanto, entre los gobiernos que adoptaron medidas restrictivas, Japón decidió aumentar a 73 los países desde los que prohíbe ingresar personas a su territorio.
El gobierno nipón, que hasta el momento informó de 2.665 contagios y 67 fallecidos, incluidos 712 casos y 11 muertes vinculadas al crucero Diamond Princess, elevó a nivel tres (el máximo es cuatro) la alerta con la que desaconseja a sus ciudadanos viajar fuera de su territorio.
Un tercio del mundo está incluido en la lista de países a los que Japón desaconseja ir. Entre ellos, Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, China, Ecuador, República Dominicana, Chile, Panamá, Brasil, Bolivia, España, Italia, Alemania, Francia, Australia, Reino Unido o Grecia.
Otro de los países que decidieron endurecer las restricciones es México, que en 10 días pasó de una libertad total y el aliento del presidente Andrés Manuel López Obrador (Amlo) a “llevar a la familia a comer” a restaurantes y fondas, a drásticos cambios.
Aunque lejos del toque de queda que anunciaron varios gobiernos, Amlo decretó la emergencia sanitaria e informó que se suspenden las actividades “no esenciales” en los sectores público, privado y social hasta el 30 de abril.
El endurecimiento de las medidas incluye el resguardo domiciliario voluntario, aunque estricto para los mayores de 60 años, la postergación de eventos como censos y encuestas, además de la prohibición de realizar reuniones de más de 50 personas.
Al margen de las medidas sanitarias, desde distintas cámaras empresariales exigen al Gobierno la aplicación de un plan de rescate a empresas similar al que anunció Estados Unidos.
En total, México informó 2.094 casos y 28 muertos hasta el momento.
Polonia también anunció más restricciones a la vida pública, incluyendo el cierre de accesos a parques, playas, el alquiler de bicicletas y otros lugares públicos, para detener la propagación del coronavirus, según informó el primer ministro, Mateusz Morawiecki.
“Que podamos volver a una seminormalidad depende de si obedecemos las reglas “, advirtió Morawiecki, que señaló que los comercios introducirán horarios de servicio exclusivos para personas mayores. En tanto, los menores no podrán salir al exterior si no están acompañados por adultos.
El país europeo lleva un registro de 2.132 contagiados y 31 muertos.
Italia, a la inversa
Italia, uno de los países más castigados por la pandemia, empezó a relajar sus medidas de confinamiento. Ayer, el Ministerio del Interior emitió una circular en la que autoriza a que los menores de edad puedan salir a realizar “actividades motoras” con uno de sus progenitores en las inmediaciones de la residencia familiar.
En el documento se indica que “está permitido, a un solo progenitor, caminar con sus hijos menores si dicha actividad puede equipararse a las actividades motoras al aire libre, siempre que sea en las proximidades de la propia residencia”. No obstante, se puntualiza que las “actividades motoras” no son equivalentes a las “actividades deportivas” como el jogging.
Italia se mantiene como el segundo país más afectado por número de casos, superando la barrera de los 100 mil hasta alcanzar la cifra de 105.792 positivos, y sigue siendo el país con más víctimas mortales, con un total de 12.428 fallecidos.
La UE advierte a Hungría Por medidas de Orban
Solicita no imponer normas “a costa de los valores”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que las medidas de emergencia de países europeos por el coronavirus no pueden imponerse “a costa de los valores” de la UE, aunque sin referirse concretamente a la norma que permite al Ejecutivo húngaro gobernar por decreto indefinidamente.
El Parlamento húngaro aprobó una enmienda que da al gobierno de Viktor Orban poderes extraordinarios.